Si
aún puedes dar o hacer un poco más por ti mismo o por los demás, hazlo. Las
pequeñas cosas suman.
Un mundo mejor se construye con el tiempo, mediante
pequeños incrementos, con constancia. Emplea bien cada oportunidad que se presenta cada día,
para hacer tu contribución.
Haz
algo bueno, aunque te parezca poquito, es mucho más productivo que no hacer
nada. Así que haz algo por los demás, donde te encuentres, con lo que
tienes, con el tiempo que tienes.
Haz algo
positivo ahora y Dios te lo agradecerá y te recompensará con creces. Haz
algo útil y aprecia el valor de este momento para tomar conciencia y conectarte
con Dios para que te ilumine.
Haz todo lo que puedas, piénsalo, inténtalo.
Haz un poco ahora, otro poco más tarde, y repítelo cada
vez que puedas. Pronto estarás
dándole las gracias a Dios, tendrás muchas cosas buenas que mostrar, muchas
satisfacciones y la recompensa a tus esfuerzos.
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