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la mayoría nos educaron para ser exitosos, no para ser felices.
La felicidad es el placer que se siente cuando uno es lo que quiere ser
y eso se refleja en la gente que lo rodea y lo percibe.
Para lograr ser feliz e irradiar felicidad hay que encontrarle sentido a lo
que se hace y a lo que se tiene y así ser esa persona que se desea ser.
Hay tanta gente infeliz, porque la mayoría
fueron educados para cumplir con un libreto que una vez lo cumplen genera mil
necesidades más.
Lo que hace diferente a una empresa de otra, no son sus productos, es el
carisma de su gente. Hoy, es responsabilidad de una organización educar
a su gente a ser felices.
Una cultura organizacional debe estar
encaminada a formar buenos
seres humanos, más allá que personas buenas. Todo esto se refleja en la
imagen de la empresa y en el verdadero trabajo en equipo.
El éxito no puede ser el objetivo sino la consecuencia natural de
un equipo de personas felices.
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