Tu fisiología es un factor que influye inmediatamente
en la manera en que te sientes y que es fácil de modificar. Existe una relación
entre el cuerpo y la mente.
Esta relación ha sido bien estudiada y se ha comprobado que funciona en los dos
sentidos: el cuerpo influye en la mente y la mente influye en el cuerpo. En
este caso solamente nos interesa un aspecto bastante limitado de esta relación
que abarca muchos aspectos. Nos
interesa saber cómo la fisiología, o sea el funcionamiento de tu organismo,
influye en la manera en que te sientes en este momento.
Hay tres factores fisiológicos que son muy importantes en tu estado de ánimo: la tensión muscular, la respiración y la postura. Tu cuerpo puede estar en tensión o relajado, ya sea en su totalidad o en determinadas partes. Tu respiración puede ser tranquila o agitada (aunque también existen otras variantes). La postura se refiere a la manera en que colocas los distintos miembros de tu cuerpo.
Cómo un ejemplo
sencillo de la manera en que la
fisiología influye en tu estado de ánimo, la próxima vez que te encuentres
apesadumbrado o simplemente decaído prueba a hacer lo siguiente. En
lugar de estar sentado o acostado, párate, echa los hombros hacia atrás y mira
hacia adelante, no hacia abajo. Observarás un inmediato cambio de estado en tu
ánimo, de mayor o menor medida según la circunstancias.
Existen también influencias a largo plazo de la
fisiología, las que se refieren
fundamentalmente al metabolismo, a lo que comemos y como procesamos lo que
comemos, si hacemos ejercicio o no, etc.
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