Cuando
no se tienen conocimientos sobre cómo prestar ayuda la asistencia puede ser
perjudicial.
Es
normal y entendible que quien es testigo de un accidente quiera prestar
asistencia a las víctimas. A pesar de eso es muy común que
los buenos samaritanos no sepan cómo obrar e incluso, por una acción
equivocada, acaben causando peores daños a los heridos.
Las siguientes son algunas de las situaciones
de emergencia que con más frecuencia se presentan.
Golpes:
cabeza y columna
La ayuda depende del estado de consciencia: si
el afectado está inconsciente revise si tiene señales de vida, heridas
sangrantes o deformidades en las extremidades y si se mueve por sí mismo o no. Si no está entrenado en primeros
auxilios, no trate de movilizarlo.
Si tiene entrenamiento, cerciórese de que la
persona tiene movimientos respiratorios y que la vía aérea no esté obstruida;
en caso negativo, trate de desobstruirla.
Si la persona está consciente: valore si ésta puede hablar en
forma normal y coherente, si se puede mover por sus propios medios y si
hay presencia de heridas o deformidades. En ningún caso trate de moverla si no es necesario, y
tampoco le dé de comer o de beber.
Episodios
convulsivos
Durante
el ataque tenga en cuenta que hay que despejar el área para evitar que la
persona se golpee con los objetos alrededor. No trate de abrirle la boca ni de
meterle objetos o pañuelos.
Tampoco intente inmovilizarlo durante el
periodo convulsivo. Cuando este pase, no le suministre bebidas a la persona.
Mejor, trate de asistirla y de darle apoyo mientras recupera su estado de
consciencia. Trasládela lo
más pronto posible a un centro asistencial.
Hemorragias
En
estos casos los minutos cuentan. Actúe con rapidez. Si la
sangre es de un color rojo brillante y sale con fuerza y en gran cantidad,
puede haber una arteria rota. Es una urgencia vital. Si es oscura y sale con menos fuerza,
puede provenir de una vena.
En
ambos casos, pida ayuda enseguida y mantenga al herido en posición horizontal. Aplique un rollo
de gasa o de otro material sobre la herida, y comprima, sin aflojar.
Sólo si sabe aplicar torniquetes y entiende de sangrados, hágalo.
Si
la herida es en brazos o piernas, eleve el miembro afectado, sin dejar de hacer
presión. Si sabe que no llegará ayuda, trasládelo de inmediato a un
hospital.
Accidente
de tránsito
Pida
ayuda a la línea de emergencia. Luego, si hay víctimas,
asegúrese de que no corren más riesgos. No mueva al herido del sitio del accidente para evitar
daños en la columna; si debe trasladarlo (para alejarlo de un mayor
riesgo, como un incendio), hágalo en bloque, tratando de no doblar ni angular
la columna.
Si
tiene heridas externas que sangran, lo mejor es hacer una compresión directa
sobre ella. No le dé bebidas o comida al herido, mientras un médico no lo ordene.
Si el herido es un conductor o un pasajero de
moto, no intente retirar
el casco de seguridad; esa es labor del médico o tecnólogo de
emergencias que está entrenado para hacerlo.
Si
la persona está consciente, no la deje sola. Déle ánimo y apoyo y evite que
haga movimientos que puedan generar más daños.
Si hay quemaduras trate de poner a la víctima
a salvo. Luego de llamar a la línea de emergencia (la 123 en Bogotá), retire al afectado de la fuente
de la quemadura, si no hay riesgo para la vida del ayudante.
No
intente retirar las prendas quemadas y tampoco aplique cremas, aceites o
líquidos, ya que pueden aumentar las lesiones. Trate de cubrir las heridas con
elementos limpios o estériles, no húmedos. No le dé de beber.
Los accidentes de tránsito se cuentan entre
las primeras causas de muerte y discapacidad en el mundo. Muchas secuelas
podrían evitarse prestando la debida asistencia a los heridos.
De
hecho, se estima que 1,2 millones de muertes por accidentes de tránsito ocurren
cada año en el planeta, y entre 20 y 50 millones de personas resultan heridas, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.
NOTA
APRENDA CON UN EXPERTO EN PRIMEROS AUXILIOS
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