Ante
la crisis, la demanda permanecerá débil por algunos años el gobierno tomará un
rol más activo y posiblemente más proteccionista. Muchas empresas tendrán que
adaptarse a las nuevas normas. Las firmas también tendrán que ser más
cuidadosas acerca de sus inversiones y prestar más atención a los competidores
de mercados emergentes.
Las grandes economías en desarrollo aún representan las
mejores oportunidades de mercado, pero las empresas tendrán que expandirse
hacia segmentos descuidados en países más ricos. Esto implicará ofrecer más
productos personalizados e menores precios. Las economías emergentes también
tendrán un mayor rol en la innovación de procesos y productos.
Las
Empresa tendrán que cultivar grupos de talento más diverso, que refleje la
nueva realidad organizacional. Administrar una fuerza de trabajo más
diversa requerirá de una fuerte identidad corporativa y de inversiones en
tecnologías de comunicación.
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