El iridio es el metal más denso y
pesado del universo, si llenas un cubo con capacidad para un litro con Iridio,
pesaría 22,6 kilogramos.
Su
color es blanco amarillento, es duro y quebradizo y es el metal más resistente a la corrosión, resiste
ácidos y agua regia.
Fue
descubierto en 1803 por el químico inglés Smithson Tennant y es abundante en los
meteoritos.
Se usa aleado con el platino en
catalizadores,
electrodos comerciales, alambres de resistencias y en motores de combustión
interna
Es
interesante saber algo más, pero hay algo más interesante: Hay algo más denso que el iridio
y es bien dañino.
El odio y la culpa son como un metal
que cargas, que pesa demasiado
y que te impide ser feliz en el ahora que es donde está la vida.
El odio
y la culpa también son un metal resistente a todo, menos a un perdón profundo e incondicional.
Piensa
sin engañarte: ¿Qué cargo del ayer? ¿Hasta cuándo lo quiero cargar haciéndome tanto daño?
Lee el
libro “La magia del perdón”.
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