Por
supuesto, ser un buen padre no es nada fácil. Pero si usted no da la
debida corrección a sus hijos, solo empeorará las cosas. ¿Por qué? Porque sus hijos harán lo que
quieran y usted terminará frustrado. Además, si no es claro y constante
al corregirlos, sus niños acabarán confundidos.
Disciplinar
a los niños con cariño y equilibrio los ayuda a pensar y comportarse como es
debido. También les da la orientación necesaria para tomar buenas
decisiones y llegar a ser personas de bien. Pero ¿dónde se pueden hallar
instrucciones eficaces para educar a los hijos?
Un libro que contiene valiosos principios
La
Biblia, como ella misma dice, es “provechosa para enseñar, para censurar, para
rectificar las cosas [y] para disciplinar” (2 Timoteo 3:16). De hecho, la Biblia supera a cualquier
manual de educación. De sus principios pueden extraerse lecciones
sumamente prácticas para las familias. Veamos algunos ejemplos.
LA BIBLIA DICE: Aunque los niños pueden ser muy buenos y considerados,
suelen ser insensatos. Por eso, necesitan disciplina (Proverbios 13:24).
Esa es la realidad. Aceptarla, le ayudará a cumplir con su papel de padre.
LA BIBLIA DICE: “No retengas del simple muchacho la disciplina”
(Proverbios 23:13).
No
piense que si disciplina a sus hijos con equilibrio y amor, los va a
traumatizar. Tampoco le guardarán rencor toda la vida. Antes bien, les
estará enseñando a ser humildes y a aceptar los consejos que reciban hoy y en
el futuro (Hebreos 12:11).
LA BIBLIA DICE: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto
también segará” (Gálatas 6:7).
Es
normal que los padres quieran proteger a sus hijos, pues ese es su deber. Pero
para esto también hace falta equilibrio. No les hará ningún favor a sus
hijos si los libra de las consecuencias de sus errores. Tampoco si los defiende
cuando un maestro, o cualquier otro adulto, se queja por algo malo que en
realidad hayan hecho. Si
ve a esos adultos como aliados, y no como enemigos, sus hijos aprenderán a
respetar a quienes tienen autoridad (Colosenses 3:20).
LA BIBLIA DICE: “El muchacho que se deja a rienda suelta causará
vergüenza a su madre” (Proverbios 29:15).
Sea
cariñoso, razonable, claro y constante
Es verdad que los padres no deben abusar de su autoridad,
pero tampoco deben irse al otro extremo. El libro El precio del privilegio
señala: “Los hijos de
padres permisivos tienen poca sensibilidad [o no se dan cuenta] de que los
adultos de la casa son quienes están a cargo”. Si usted no toma las riendas de su hogar, sus
hijos pensarán que ellos tienen el control. Tarde o temprano meterán la
pata, y usted pasará vergüenza (Proverbios 17:25; 29:21).
LA BIBLIA DICE: “El hombre [...] se adherirá a su esposa, y los dos serán
una sola carne” (Mateo 19:5).
La
Biblia enseña que el hombre y la mujer deben casarse antes de concebir hijos y
que deben seguir juntos incluso después de que estos hayan crecido
(Mateo 19:5, 6). Esto quiere decir que usted primero es esposo o esposa antes que padre o madre.
Si deja que este orden se invierta, sus hijos podrían pensar que son más
importantes de lo que son (Romanos 12:3). Cuando los padres solo piensan en contentar a los hijos,
la relación de pareja se debilita.
Algunos consejos básicos
Si
quiere tener éxito como padre, siga las siguientes reglas al disciplinar a sus
hijos.
Sea
cariñoso. “No estén exasperando [o sacando de quicio] a sus hijos, para
que ellos no se descorazonen.” (Colosenses 3:21.)
Sea
claro y constante. “Signifique su palabra Sí, Sí, su No, No.” (Mateo
5:37.)
Sea razonable. “Tendré que corregirte hasta el
grado debido.” (Jeremías 30:11.)*
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