Los místicos aseguran que lo que vale
de la vida lo hallas, no en el mundo físico, sino en el espacio espiritual.
Ese es más real que el primero y eso lo captan aquellos que van más allá de lo aparente y trascienden.
Al
reino espiritual se accede con la meditación. La relajación, el amor real y la
unión con Dios.
Todo lo
que una persona desea vehementemente se disfruta en ese reino de luz, paz y
plenitud.
¿Quieres en este nuevo año ordenar tu
vida y dedicar al alma tanto tiempo que pasas hipnotizado frente al televisor?
Imita a
aquellos que admiras por su serenidad y dedica lo mejor de ti a tu espíritu y a
Dios que te ama sin medida.
Hazlo con una fe renovada, abierta y
apóyate en lo que te sirva: yoga, meditación, reiki, Tai Chi, oración
contemplativa.
Tu mejor
inversión en este año será consagrarte a una transformación espiritual. A eso
viniste a la tierra.
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