Las
personas egoístas necesitan aprender a darse y a dar sin expectativas, con un
amor incondicional.
Es cultivar una hermosa generosidad y
comprobar con alegría que siempre que se da es más lo que se recibe.
Las
personas que no se aman y tienen una baja autoestima necesitan aprender a
recibir y a merecer.
Ojalá elijas darte gusto, invertir en tu
calidad de vida y dejar de estar buscando aprobación, ni demostrar que eres
bueno ayudando a costa de tu felicidad..
Nadie tiene que aprobar lo que haces; viniste
al planeta a ser feliz, a disfrutar todo y no a renunciar a lo material.
Mira
en cuál de esos dos campos necesitas mejorar para que tu vida se llene de luz
paz, bienestar y felicidad.
El reto es la armonía y esa nace de darse,
dar y saber recibir. San Francisco de Asís dijo con sapiencia: Es dando como
recibimos.
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