¿Sabías
que nuestra luna es la quinta más grande del sistema solar?
La luna de la Tierra, el único lugar más allá de la Tierra que ha pisado el
hombre, es la quinta luna más grande del sistema solar y el objeto más brillante y más
grande de nuestro cielo nocturno.
Estas primeras pinceladas sobre la Luna es posible que ya
las conocieras, al igual que el
hecho de que cause también mareas, por ejemplo, que han creado una guía
que ha servido a los humanos durante miles de años.
El hecho de que se denomine simplemente Luna, a pesar de
que sabemos que existen muchísimas más, es precisamente porque cuando se
descubrió en el cielo, se desconocía el hecho de que existían otras lunas. No
fue hasta 1610 cuando el conocido astrónomo italiano Galileo Galilei observó
cuatro lunas en órbita alrededor de Júpiter, cuando nos dimos cuenta de ese
detalle. Sea como fuere, nuestra Luna sigue representando el único satélite natural que posee
nuestro planeta azul.
Datos de interés sobre la Luna:
Se
encuentra a una distancia media desde la Tierra de 238,855 | 384,400 kilómetros
Su período de rotación y órbita: 27.32 días terrestres
Radio Ecuatorial: 1.737.5 kilómetros
Masa en kilogramos: 7.35 x 10^22 (0.0123 de la Tierra)
Gravedad:
0.166 de la Tierra (Si pesas 45 kilogramos en la Tierra, pesas 7.5
kilogramos en la Luna)
Rango
de temperatura: -248 a 123 ºC
Respecto a su tamaño, la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol; sin
embargo, está 400 veces
más cerca de la Tierra, de ahí que el tamaño aparente de ambos cuerpos
vistos desde la Tierra sea
prácticamente el mismo.
Entre otras cosas, el cambio de la posición de la Luna
con respecto del Sol da lugar a las fases de la Luna. Cuando la Luna se
encuentra entre la Tierra y el Sol, no podemos ver la Luna, de ahí que a esta fase se denomine Luna Nueva.
Cuando la Tierra está entre el Sol y la Luna, la parte de
la Luna más cercana a la Tierra es la mitad iluminada, de ahí que denominemos a esta fase Luna Llena.
Por último, cuando la Luna está en posiciones intermedias, vemos únicamente un
cuarto de la Luna, de ahí que extraigamos la fase de cuarto creciente o menguante, dependiendo si la parte
iluminada visible desde la Tierra tiende a crecer o a menguar.
La luna es el objeto celestial más fácil de encontrar en
el cielo nocturno, desapareciendo de nuestra vista apenas unas pocas noche. La
Luna tarda 27,3 días en rotar sobre su eje y en orbitar la Tierra. Aunque es un
satélite de la Tierra, la Luna, con un diámetro de aproximadamente 3.475
kilómetros, es más grande
que Plutón. Debido a su tamaño, tiene un gran efecto en el planeta.
El origen del nombre
¿Si hay tantas lunas por qué se denomina a la nuestra
también 'Luna'? Hasta que Galileo Galilei no descubrió en 1610 cuatro lunas que
orbitaban Júpiter, la humanidad pensaba que la nuestra era la única. Aunque ya
en 1609 Thomas Harriot fue la primera persona en usar un telescopio dirigido al
cielo y crear los primeros mapas de la luna. Su nombre es el producto de la voz latina Luna -empleada
por los romanos y Artemisa y luego Selene, por los griegos-. Este origen
clásico de la palabra latina luna era una contracción de lucina, que al igual
que lux (luz) procedían de la raíz indoeuropea leuk-. Así, originalmente, la voz luna significaría
"la luminosa, la que ilumina".
¿Cómo
se formó la Luna?
La teoría principal del origen de la luna es que probablemente se formó
después de que un cuerpo del tamaño de Marte colisionó con la Tierra hace unos
4.500 millones de años. Los desechos resultantes de la Tierra y del
objeto que impactó se acumularon para formar nuestro satélite natural a 384,000
kilómetros de distancia.
La
Luna es polvorienta y abrasiva
Lo cierto es que darse un paseo por la superficie de la
Luna no es nada atractivo para empezar. El polvo con el que nos topamos en la
superficie lunar es un
material abrasivo, pegajoso y como podéis imaginar, nada saludable para
respirar. Estas características hacen del polvo de la Luna un material peligroso a
la par que molesto tanto para los equipos como para el vestuario y la
supervivencia de los potenciales astronautas: el polvo se pega a todo.
La
creencia popular sobre la Luna y la locura
Esta creencia popular de que en la fase de luna llena tienen lugar cambios
fisiológicos en el ser humano que lo conducen a un estado de locura, no
tiene base científica alguna. Un equipo de investigadores de la Universidad
Laval en Quebec (Canadá) examinó la relación entre las fases lunares y el
número de pacientes que acuden a urgencias con problemas psicológicos.
Investigaron ataques de pánico, trastornos de ansiedad y del estado de ánimo o
pensamientos suicidas contrastándolos con calendarios lunares. La conclusión es que no tiene
nada que ver la luna llena con nuestra alteración psicológica. Adiós al mito.
La Luna no incrementa la locura.
En
la luna, las partículas de polvo levitan
Las partículas de polvo de la Luna levitan y, hasta
ahora, no se sabía por qué. Según un estudio publicado por la NASA en 2017, las
particulares propiedades del polvo de la luna combinadas con la radiación UV, o
con el plasma del Sol, serían las responsables de que estas flotasen en forma
de partículas individuales o cúmulos de polvo. La reacción de emisión y
re-absorción de electrones en el interior de 'microcavidades' formadas entre
las diversas partículas, podría
generar grandes cargas eléctricas e intensas fuerzas de repulsión que
explicarían este curioso fenómeno.
La
Luna se aleja de la Tierra
Nuestro satélite se aleja de la Tierra a razón de 3,8 cm por año.
¿Cómo tenemos esta exactitud de datos? Gracias a que los astronautas y las
naves que consiguieron alcanzar la Luna en el pasado, dejaron cinco reflectores en la superficie.
Así, al lanzar un pulso láser hacia estos espejos desde la Tierra, este rebota
y vuelve hacia nosotros con el dato. La precisión es de 1 milímetro. ¿Y por qué se aleja de la
Tierra? Porque se acelera en su órbita, a causa de los efectos que provoca
sobre los océanos terrestres.
Existen
dos naves en la Luna
Estrelladas, eso sí. La NASA decidió el 17 de diciembre de 2012 estrellar
intencionadamente dos sondas espaciales contra la Luna. Se trataba de
dos sondas gemelas de la misión Gravity Recovery and Interior Laboratory
(Grail), destinadas a
elaborar un mapa de gravedad de nuestro satélite. Al no contar con más
combustible para continuar sus investigaciones científicas, acabaron empotradas
contra una montaña del polo norte de la Luna.
¿Por
qué la Luna siempre nos muestra el mismo lado?
Hace mucho tiempo, los efectos gravitacionales de la
Tierra ralentizaron la rotación de la luna sobre su eje. Una vez que la
rotación de la luna se redujo lo suficiente como para coincidir con su período
orbital (el tiempo que tarda la luna en rodear la Tierra) el efecto se
estabilizó. No es un comportamiento extraño, pues muchas de las lunas alrededor
de otros planetas se comportan de manera similar.
Estructura interna
Es muy probable que el núcleo de la Luna sea muy pequeño,
apenas del 1 al 2% de la masa del satélite y aproximadamente 680 km de ancho. Se cree que está compuesto
principalmente de hierro, pero también puede contener grandes cantidades de azufre y
otros elementos. Su capa rocosa de 1.330 km de espesor está formada por rocas densas ricas en hierro
y magnesio. La corteza en la parte superior tiene unos 70 km de
profundidad y la región más externa está fracturada y mezclada a causa de todos
los grandes impactos que ha recibido la Luna.
Composición
de la superficie
La luna es rocosa. Su superficie está salpicada con cráteres formados por
impactos de asteroides hace millones de años. La composición promedio de
la superficie lunar es: aproximadamente un 43% de oxígeno, 20% de silicio, 19% de magnesio, 10% de
hierro, 3% de calcio, 3% de aluminio, 0.42% de cromo, 0.18% de titanio y 0.12%
de manganeso.
La
gravedad de la Luna
La Luna tiene aproximadamente el 27% del tamaño de la
Tierra y es mucho menos masiva. Con ello, la gravedad en la luna es de apenas 1/6 de la de la
Tierra. De ahí que si arrojas una roca en la luna, cae más lentamente.
Como ejemplo, si pesas 68 kilogramos en la Tierra, pesarías algo más de 11 kgs
en la Luna. Ligero, ¿verdad?
La
Luna no es redonda
La luna no es redonda (ni esférica), sino que tiene forma de huevo.
Si miras con atención hacia nuestro satélite, verás que uno de los extremos pequeños te está apuntando
directamente. Y el centro de masa de la luna no está en el centro
geométrico del satélite; está unos 2 kilómetros fuera del centro.
La
órbita de la Luna
La órbita de la luna alrededor de la Tierra es un óvalo,
ni un círculo como hemos comentado, por lo que la distancia entre el centro de
la Tierra y el centro de la luna varían a lo largo de cada órbita. En el
perigeo, esto es, cuando
la luna está más cerca de la Tierra, esa distancia es de 363,300 kilómetros. En
el apogeo, es decir, la posición más lejana, la distancia es de 405,500
kilómetros.
De ahí que cuando la luna llena se eleva mientras está en apogeo, el disco que
vemos es un 14% más grande y un 30% más brillante que otras lunas llenas.
Se trata de una superluna. Sin embargo, es una ilusión óptica que hace que
parezca más grande cerca del horizonte.
La
atmósfera de la Luna
La
luna tiene una atmósfera muy delgada, por lo que una capa de polvo o una
huella pueden permanecer sin ser perturbadas durante siglos. Y con esta
delicada atmósfera, el
calor no se mantiene cerca de la superficie, de ahí que las temperaturas varíen
enormemente. Las temperaturas diurnas en el lado soleado de la luna
alcanzan 134 ºC; en el lado oscuro, tendremos unos helados -153 ºC.
Las
cicatrices del satélite
La superficie llena de cráteres de la luna es el
resultado del intenso impacto de las rocas espaciales en el pasado, hace entre
4.100 millones y 3.800 millones de años. Estas cicatrices, los cráteres, no se
han erosionado prácticamente desde entonces por dos razones principales: la
luna no es geológicamente muy activa y, como hemos comentado antes, sin atmósfera no hay viento ni
lluvia, por lo que se produce muy poca erosión superficial.
Eclipses
lunares
Durante los eclipses, la luna, la tierra y el sol están
en línea recta, o casi. Un eclipse lunar tiene lugar cuando la Tierra se encuentra directamente o
casi directamente entre el Sol y la Luna, y la sombra de la Tierra cae sobre la
luna.
Árboles
de la Luna
Más
de 400 árboles en la Tierra vinieron de la Luna. ¿Cómo es posible? En
1971, el astronauta del Apolo 14 (la octava misión tripulada del programa
Apolo) Stuart Roosa se llevó consigo una gran cantidad de semillas y, mientras
los expertos Alan Shepard y Edgar Mitchell estaban ocupados paseando por la
superficie, Roosa guardó sus semillas. Posteriormente, estas semillas
regresaron a la Tierra y germinaron, plantándose en varias localizaciones
repartidas por todos los Estados Unidos (como parte de las celebraciones por el
Bicentenario de la Independencia de Estados Unidos), de ahí que llegaran a
llamarse 'los árboles de la luna'. La mayoría de ellos crecen fuertes y sanos. Las semillas fueron
proporcionadas por el Servicio Forestal de EE.UU y el viaje a la Luna no
provocó ningún cambio en las semillas.
Otras
lunas
Nuestra
Luna no posee otras lunas propias ni anillos. Lo que sí apreciamos es un halo
brillante de color blanquecino o blanco lechoso que a veces rodea a la Luna.
¿Por qué se produce? Debido
a la refracción de la luz de la Luna que atraviesa una delgada capa de
cristales de hielo en lo alto de la atmósfera.
¿Cuántas
personas han pisado la superficie de la Luna?
Solo
12 personas han caminado sobre la superficie de la Luna. El primero de
ellos fue Neil Armstrong en 1969 como parte de la misión Apollo 11 y el último
fue Eugene Cernan en 1972 en la misión Apollo 17 (Cernan falleció el 16 de
enero de 2017). Un total de 12 hombres de nacionalidad estadounidense han
pisado la Luna. Desde 1972, todas las misiones lunares han sido naves
espaciales no tripuladas.
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