Cuando
estés con las alas rotas y el alma sin alientos, tienes luz si en lugar de ver
un "problema" ves una "situación".
También te conviene ver en el aparente fracaso solo un
aprendizaje exigente y en toda crisis una oportunidad.
Tu vida depende de cómo
miras la realidad: Con un enfoque positivo o negativo, con fe o negativismo.
Ganas si asumes con fe lo que tú mismo rotulas como
"malo" y con discernimiento buscas respuesta a preguntas como éstas:
¿Qué quiero aprender?,
¿Para qué llega esta situación a mi vida?
¿Qué cambios necesito
hacer? ¿Quiénes me pueden ayudar? ¿Qué oportunidad se esconde acá?
Cuando todos hablan de crisis no acentúes el mal y ayuda a apreciar y valorar todo
lo bueno.
Aquellos que no se desesperan encuentran estrategias para surgir
y superar la adversidad.
Tu
fuerza más grande no está en tus músculos sino en tu mente y en el poder de tu
espíritu.
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