Cuando te dedicas a algo debes tomar
decisiones y no es fácil por distintos motivos. Uno de ellos es el miedo al
fracaso o a ser juzgado, otro freno es dilatar o esperar lo perfecto para
elegir.
Desenmascaras
esos saboteadores si meditas estos pasos que te impulsan a decidir con buenos
resultados:
- Lo sensato es serenarse y llegar
a definir con claridad y sencillez si lo que quieres es lo que te conviene.
-
Cuando en tu vida sólo hay enigmas, es bueno recoger información de personas
sabias y con experiencia.
-
Siempre hay más luz cuando examinas bien Debilidades, Oportunidades, Fortalezas
y Amenazas. Un conocido ejercicio llamado DOFA.
- Aprende a delimitar tus opciones
con base en unos principios éticos y en sintonía con Dios.
-
Tómate el tiempo necesario y, al final, asume riesgos. Si haces algo puedes
equivocarte, si no haces nada vives equivocado.
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