1.
Seremos parte humanos, parte máquinas
Los seres humanos ya están implantando dispositivos en
sus cuerpos para estar más conectados con la tecnología; Hay una comunidad
entera de personas llamadas hackers corporales que tienen implantes que les
permiten hacer cosas, como abrir puertas a distancia, reproducir música sin
usar audífonos y controlar electrodomésticos pequeños. Pero en 1.000 años, esta
tecnología será mucho más avanzada. Una pequeña electrónica conectada o
implantada directamente en nuestros cuerpos podría fortalecer nuestro sistema
inmunológico y ayuda a combatir las enfermedades. Los nanobots programados
podrían revolucionar la cirugía y los implantes cerebrales podrían hacernos más
inteligentes e incluso capaces de acceder a Internet con solo pensarlo.
Así es como evolucionará el mundo en los próximos 1.000
años
2.
Tendremos genes superhumanos
En este momento los investigadores están perfeccionando
una técnica de edición de genes llamada CRISPR que pronto podría permitir
“ingenierizar” unos humanos más saludables y fuertes. Podríamos ser capaces de
insertar genes en determinadas cosas, como unos huesos más fuertes, mayor
tolerancia al dolor y un menos riesgo de cáncer. Incluso algunas mutaciones
naturales podrían tomar fuerza. Podríamos desarrollar espontáneamente un nuevo
color de ojos como fucsia, o implementar habilidades, como una audición extra
sensible o mejor visión.
3.
Seremos muy parecidos
Los científicos ya están trabajando en maneras de editar
genéticamente a los embriones, para que los padres algún día puedan seleccionar
determinados rasgos para sus hijos. La mayoría probablemente querrá que sus
hijos estén sanos y sean físicamente atractivos, por lo que la raza humana
podría llegar a ser misteriosamente similar genéticamente. Pero estos “bebés
diseñados” podrían crear un problema enorme. Si somos demasiado similares, en
caso de surgir un problema que se aproveche de alguna debilidad genética común,
podría acabar con una gran parte de la raza humana.
4.
Tendremos ordenadores hiper rápidos
Nuestra apariencia no será lo único que cambie. La
tecnología probablemente dará un gran salto en los próximos 1.000 años si la
ley de Moore, la premisa que afirma que la potencia de una computadora se
duplica cada dos años, es verdadera. Con el tiempo veremos ordenadores que
pueden resolver problemas casi insolubles, algunos tan complicados que les
llevaría décadas poderlos resolver a los ordenadores de hoy en día. Todavía no
sabemos cómo accederemos a dicha tecnología, pero los ordenadores cuánticos son
una posibilidad. También podríamos desarrollar algunos tan potentes que incluso
“piensen” como un cerebro humano. Podrían hablar, escuchar, recordar y dada su
velocidad, es posible que se puedan programar para ser artificialmente
inteligentes, más que los humanos, dicho sea de paso.
5.
Tendremos edificios desmontables
En lugar de construir cosas ladrillo a ladrillo,
podríamos crear redes de diminutos robots casi invisibles que se pueden enlazar
y erigir cualquier cosa. Es un concepto llamado niebla de utilidad. En un mundo
cada vez más abarrotado, nuestras casas se podrían ensamblar cuando llegamos a
ella, y desmontarse cuando salimos para el trabajo y así dejar sitio para algo
más. Esto parece algo de ciencia ficción, pero estamos haciendo muchos
progresos en nanobots. En
un futuro próximo podrían ser utilizados en medicina para entregar con
precisión los medicamentos al organismo o incluso luchar con las células
cancerosas. La industria del petróleo está planeando utilizarlos para el
alcance de reservas de petróleo y gas sin explotar el subsuelo. El futurista
Ray Kurzweil cree que podríamos usar nanobots cerebrales para respaldar
nuestros pensamientos y recuerdos.
6.
Viviremos más allá de la Tierra
A medida que el mundo se caliente debido al cambio
climático, los suministros de alimentos se vean afectados con una población
creciente, y la gente sea demasiado similar genéticamente, será prácticamente
necesario establecer asentamientos más allá de la Tierra si queremos que la
raza humana sobreviva. Grandes pensadores como Stephen Hawking y empresarios
como Elon Musk han dejado claro que explorar el cosmos y formar un asentamiento
humano en otro planeta debería tener alta prioridad ahora mismo. En 1.000 años tendremos una
civilización próspera en Marte, la Luna, o tal incluso otro planeta lejos del
sistema solar. Ya hemos descubierto miles de millones de planetas fuera
de nuestro propio sistema. Hay 40 mil millones de planetas similares a la
Tierra en nuestra propia galaxia.
7.
Podríamos desafiar a la muerte
Los
avances tecnológicos también significarán que vamos a mejorar en la lucha
contra la enfermedad y las tasas de mortalidad se verán reducidas. Los
emprendedores ricos como Sergey Brin y Larry Page han invertido ya en la
investigación que está intentando retardar y detener progresivamente el proceso
de envejecimiento. Esto es, potencialmente, un gran problema, ya que la
creciente población mundial está agotando los recursos. ¿Qué pasará si la gente
comienza a vivir más de 100 años mínimo? Una forma de resolver el problema es
cargar nuestras mentes a una computadora. No necesitaríamos comida ni la mayoría de recursos, sino
una fuente de energía. Potencialmente, nos podríamos convertir en inmortales y
usaríamos únicamente una cantidad mínima de suministros.
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