David
Grillmeier estaba pescando en la playa una tarde lluviosa en Orlando (Florida),
cuando el cielo empezó a oscurecerse. Sabía que debía resguardarse, pero lanzó su caña para
hacer un último intento. Su siguiente recuerdo es que estaba tendido de
espaldas, con la caña quemada sobre el pecho.
Consciente, pero con un dolor terrible y sin poder mover
brazos ni piernas, se
quedó en el suelo, mientras un amigo suyo pedía auxilio. Cuando llegó la
ambulancia, David, de 36 años, se enteró de que tenía quemaduras en el 65 por ciento del cuerpo.
Pasó más de un mes en cuidados intensivos, y sufrió problemas de memoria
durante meses.
Si
estás al aire libre y se desata una tormenta, corre a meterte bajo techo.
Un edificio cerrado es lo más seguro, pero un coche también sirve: cierra las
puertas y ventanillas y no toques ninguna superficie metálica.
Quédate allí hasta media hora después del último trueno.
Si pasan menos de 30 segundos entre el trueno y el rayo, este último caerá a
unos 10 kilómetros de distancia. Un rayo puede alcanzarte incluso a 25
kilómetros.
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