Ven, siéntate a mi lado. No es fácil, pero tenemos que hablar. Es cierto, te amé, y no me
arrepiento de nada, pero a veces el amor
se escapa, se
va sin darnos aviso, y por más que lo intentemos, no vuelve. No quiero que te hagas falsas ilusiones ni
que pienses que puedes hacer algo para que me quede. La verdad, ya lo he pensado bien,
y aunque duele, lo mejor es ser sinceros.
Para decir adiós, solo
tengo que decirlo, aunque eso rompa cada pedazo de lo que
fuimos. Y sé que
también te duele, que tu corazón está herido como el mío,
pero no podemos
quedarnos en lo que ya no es. No podemos fingir cuando el amor se ha ido. Guardemos lo bueno, lo que
vivimos, el recuerdo de
la primera vez.
Así es como termina,
sin más palabras complicadas. Solo un "adiós", vida mía, porque cuando el amor se va, no queda
otra cosa que decir.
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