Respirar es más que un simple acto fisiológico; es una fuente inagotable de energía y conexión con nuestro ser interior. La respiración energética es un arte milenario que nos permite encontrar el equilibrio, la calma y la vitalidad a través de la atención consciente a nuestra respiración.
Cuando nos sumergimos en la práctica de la respiración consciente, abrimos las puertas a un mundo de serenidad y renovación. Cada inhalación nos llena de vida, nos conecta con la energía del universo, mientras cada exhalación libera tensiones, preocupaciones y todo aquello que ya no nos sirve.
La respiración energética nos invita a ser testigos de nuestro propio flujo energético. Nos permite percibir cómo cada respiración trae renovación, cómo cada ciclo de inhalación y exhalación es una oportunidad para liberar bloqueos emocionales y recargar nuestro ser con nueva vitalidad.
Al prestar atención a nuestra respiración, nos sumergimos en el momento presente, dejando de lado las preocupaciones del pasado y las incertidumbres del futuro . Conectamos con nuestra esencia, con la calma que reside en el centro de nuestro ser.
La respiración energética es una herramienta poderosa para controlar el estrés, encontrar claridad mental y revitalizar el cuerpo. Nos enseña a ser conscientes de cómo la calidad de nuestra respiración afecta directamente a nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y nuestra percepción del mundo que nos rodea.
A través de esta práctica, descubrimos que la respiración no sólo nutre nuestro cuerpo físico, sino también nuestra mente, nuestra alma y nuestra conexión con algo más grande que nosotros mismos. Es un recordatorio constante de que, en cada respiración, tenemos la oportunidad de renovarnos, encontrar la paz y recargar nuestro ser con la energía que necesitamos para prosperar.
La respiración energética es un regalo que podemos aprovechar en cualquier momento y lugar. Nos recuerda que dentro de nosotros hay una fuente ilimitada de energía, calma y poder, que simplemente espera ser descubierta a través de la atención consciente a nuestra respiración.
REFLEXIÓN:
Este tipo de respiración es ideal cuando tomamos una siesta o necesitamos hacer actividad porque no nos despertamos.
Es una respiración muy adecuada para momentos en los que la vida nos pide movernos y tener mucha vitalidad.
El ejercicio consta de los siguientes pasos que debes realizar lentamente:
Nos colocaremos de pie con las piernas ligeramente separadas y los brazos relajados pegados al cuerpo.
Luego inhalaremos lo más profundamente que podamos ya que el ejercicio lo haremos aguantando la respiración.
Acto seguido levantamos los brazos hacia el frente hasta dejarlos completamente horizontales respecto a nuestro tronco.
Las manos deben estar con las palmas hacia abajo.
Luego cerramos las manos con fuerza para que nuestros puños queden cerrados con presión.
Luego flexionamos los brazos hacia el pecho sin perder la horizontal.
Luego los estiraremos, sin aflojar la tensión de los puños, hacia el frente haciendo fuerza como si empujáramos un mueble.
Luego los estiraremos, sin aflojar la tensión de los puños, hacia el frente haciendo fuerza como si empujáramos un mueble.
Luego los bajamos sin perder tensión hacia la posición inicial, a lo largo de nuestro cuerpo.
Relajamos brazos y manos y soltamos todo el aire con fuerza.
Descansamos y respiramos normalmente.
Consejos para una respiración enérgica
- Practica regularmente. Cuanto más practiques, más beneficios obtendrás.- Ser paciente. Puede que lleve tiempo notar los beneficios de la respiración enérgica.- Escucha a tu cuerpo. Si te sientes mareado o con náuseas, deja de practicar.
La respiración energética es una práctica segura y eficaz que puede ayudarte a mejorar tu salud y bienestar. Es una forma sencilla de conectar con tu cuerpo y tu energía interior.
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