La
nutrición es, sin duda, una parte importantísima cuando hablamos del
tratamiento contra el cáncer. Ingerir alimentos adecuados antes, durante
y después de un tratamiento nos ayudarán a sentirnos mejor y a que nuestro
organismo se encuentre con mucha más fuerza para hacer frente al cáncer.
Afortunadamente, contamos con una gran variedad de alimentos que se convierten
en auténticos aliados y protectores frente al cáncer por sus propiedades
anticancerígenas.
Los compuestos activos de algunos de ellos evitan el
crecimiento y la proliferación de células tumorales, como la vitamina A de la zanahoria,
el licopeno del tomate o las fresas, los indoles presentes en las coles; la
vitamina A de la zanahoria o el melocotón; los flavonoides de los cítricos, las
antocianinas y fenoles de las uvas o las berenjenas o la luteolina de melón o
las espinacas.
No olvidemos que llevar un estilo de vida sano -incluyendo la dieta- es
crucial para no desarrollar alguno de los muchos tipos de cáncer que
existen, pues entre el 20% y el 25% de los tumores malignos podrían evitarse
con una dieta adecuada.
Aunque nos resulte sorprendente, teniendo en cuenta los
números de pacientes que barajamos hoy día, el cáncer es una enfermedad que
lleva afectando al ser humano desde hace siglos. Incluso se han encontrado
tumores en fósiles de momias egipcias o referencias a los mismos en escritos de
miles de años como el Papiro de Egipto Ebers.
Algunos de los alimentos de consumo habitual cuyas
propiedades nos pueden proteger frente al cáncer son, entre otros: el aceite de oliva virgen extra,
el tomate, el brócoli, el trigo, la soja, la cúrcuma, la granada, las setas, el
aloe vera, el ajo, el té verde, la lechuga, las espinacas, los frijoles, las
nueces, las naranjas y los limones.
A
evitar: Hay que evitar comer en exceso las carnes (tienen mucho colesterol) y
alimentos con muchas: grasas y calorías, café, edulcorantes y conservantes.
Para más información al respecto, siempre podemos acudir
a la página de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), entidad benéfica
que lleva ayudando a los ciudadanos desde su fundación por Orden Ministerial en
el año 1953.
Tomate
El licopeno, presente en el tomate fresco y sus derivados,
ha demostrado su capacidad para inhibir la proliferación celular, al tiempo que
posee un efecto anti-carcinogénico y anti-aterogénico, al intervenir en la
comunicación intercelular y modular los mecanismos inmunológicos.
Granada
La granada contiene elementos que inhiben el movimiento
de las células cancerígenas y reducen la metástasis, evitando la expansión del
cáncer, según revelaba un reciente estudio realizado en la Universidad de
California.
Café
Según un estudio de la Universidad de Rutgers (EE UU),
beber café e incluso aplicarlo directamente sobre la piel es eficaz para
prevenir el cáncer de piel, ya que la cafeína inhibe una proteína llamada ATR
que, al ser neturalizada, lleva a la destrucción de las células dañadas por los
rayos ultravioletas tras una excesiva exposición al sol.
Leche
Al igual que los huevos, la leche tiene propiedades
anticancerígenas por su alto contenido en vitamina D. Además, se ha descubierto
recientemente que la leche materna, además de fortalecer el sistema inmunológico
del bebé, previene tumores infantiles agresivos gracias a dos de las proteínas
que contiene (TRAIL y “Hamlet”).
Ciruelas
y melocotones
Las últimas investigaciones han revelado que los
extractos de ciruela y melocotón ayudan a destruir las células del cáncer de
mama, incluso a las más agresivas, sin dañar a las células sanas, lo que abre
las puertas a nuevos tratamientos de quimioterapia sin efectos secundarios.
Nueces
Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad
Marshall en Estados Unidos demostraron que tomar un puñado de nueces al día
reduce el riesgo de padecer cáncer de mama por su alto contenido en ácidos
grasos omega-3, antioxidantes y fitosteroles
Brócoli
La clave está en su elevado contenido en isotiocianatos.
Esta sustancia, también presente en el repollo y la coliflor, elimina la
proteína del gen p53 defectuoso que provoca el crecimiento anormal de las
células.
Orégano
Según una investigación llevada a cabo por la Universidad
Long Island (EE UU), uno de los componentes del orégano, el carvacrol, induce
apoptosis o muerte celular programada en las células tumorales de la próstata.
Esta superespecia tiene además propiedades anti-inflamatorias y actúa como
antibiótico.
Huevos
El licopeno, presente en el tomate fresco y sus derivados,
ha demostrado su capacidad para inhibir la proliferación celular, al tiempo que
posee un efecto anti-carcinogénico y anti-aterogénico, al intervenir en la
comunicación intercelular y modular los mecanismos inmunológicos.
Vino
De acuerdo con un estudio reciente, los hombres que beben
alrededor de cuatro copas de vino tinto a la semana reducen en un 50% el riesgo
de contraer cáncer de próstata. Este efecto se debe al antioxidante
resveratrol, que reduce los niveles de hormonas masculinas, como la testosterona,
que estimulan el crecimiento tumoral. Sin embargo, no olvidemos que existe
evidencia científica que expone que beber alcohol en exceso está asociado con
un mayo riesgo de cáncer de la cavidad oral y la faringe. El alcohol también
puede aumentar el riesgo de cáncer de mama al dañar el ADN de las células.
Té
verde
Debido a su alto contenido en polifenoles y
antioxidantes, el té verde (y también el té negro) es una poderosa bebida
anticancerígena. Evita que las células cancerígenas se dividan y se
multipliquen, lo que lo convierten en un estupendo aliado para ayudar a
combatir esta enfermedad.
Trigo
y centeno
Según el Instituto Americano de Investigación del Cáncer,
los cereales, como el trigo o el centeno, contienen una serie de ingredientes
que eluden el cáncer. Estos alimentos tienen la capacidad de acelerar el
tránsito intestinal y ayudar a prevenir el cáncer de páncreas, estómago, colon
y mama.
Aceite
de oliva
Este oro líquido tiene muchos beneficios. En particular,
sus compuestos polifenólicos ayudan a combatir el cáncer de mama en sus fases
más agresivas. Además, gracias a sus propiedades, que facilitan la
transformación de los alimentos, impiden la absorción de grasas y azúcares
nocivos para el organismo.
Aloe
vera
La planta de aloe vera tiene la capacidad de reforzar
nuestro sistema inmunológico y prevenir los daños de las fases germinales del
cáncer de páncreas y pulmón.
Manzanas
Toma manzanas para evitar el cáncer. Según un estudio
realizado por investigadores del Instituto Mario Negri de Milán (Italia), y
publicado en la revista Annals of Oncology, el consumo regular de manzanas
reduce significativamente el riesgo de padecer diversos tipos de cáncer, como
el de esófago, el ovárico, el colo-rectal o el de próstata. Además, los fitoquímicos
de este fruto previenen el cáncer de pecho.
Frutos
rojos
Ya hemos hablado de las ciruelas. Pues, en general, los
frutos rojos, especialmente los arándanos aportan antioxidantes y flavonoides
que se encargan de limpiar todos los radicales del cuerpo, responsables de
dañar las células.
Chile
Un equipo de científicos de la Universidad Bernardo
O'Higgins (Chile) anunció que, mediante el uso de moléculas vegetales
modificadas, podrían devolverle la capacidad de "suicidarse" a las
células tumorales, atacando así el tumor "desde dentro", pudiéndose
convertir en una posible cura para el cáncer. No en vano, el chile y otros
tipos de picantes contienen un compuesto llamado capsaicina, muy efectivo
combatiendo el cáncer de intestino, colorrectal y de próstata.
Comino
El comino es un ingrediente habitual en la cocina
asiática. Esta especia de color amarillo es rica en fitoquímicos, sustancia que
te protegerá contra la inflamación del cáncer.
Semillas
de lino
Las semillas de lino destacan por su alto contenido en
omega3. Contienen, además, compuestos llamados lignanos y fibra dietética que
tienen múltiples beneficios para nuestra salud: previenen el estreñimiento, las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la osteoporosis. La linaza posee así
tres elementos que pueden reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de
cáncer: el ácido alfa-linolénico, un ácido graso esencial omega-3; los
lignanos, que son fitoestrógenos y antioxidantes; y la fibra dietética.
Ajo
El ajo es otro de los alimentos que previene y combate el
cáncer gracias a su alto contenido en antioxidantes como la lisina y la
quercetina que, además, es muy utilizado para prevenir resfriados.
Podemos tomarlo crudo, cocinándolo como condimento en
nuestras comidas o salas o incluso en ensaladas y pastas. El beneficio es el
mismo.
Jengibre
El jengibre es un poderoso antioxidante que ayuda a
reducir los radicales libres de nuestro organismo, tiene propiedades
antitumorales. De hecho, es incluso más eficaz que muchos fármacos contra el
cáncer. Entre otras cosas, la raíz del jengibre reduce los tumores en la
próstata. Así lo confirmó un estudio de la Georgia State University, que
evidenció que el extracto de jengibre hizo disminuir el tamaño de los tumores
de próstata hasta un 56% en un grupo de roedores.
Espinacas
Las verduras de hoja verde como las espinacas, las
acelgas o la lechuga son vegetales con un alto rango de carotenoides
responsables de liberar los radicales libres que dañan nuestro cuerpo. Las
espinacas tienen un súper poder anticancerígeno, pues se han identificado al
menos 13 compuestos diferentes de flavonoides en las espinacas que funcionan
como antioxidantes o como agentes anti-cancerígenos.
Cebolla
Las cebollas contienen flavonoides, encargados de
proteger las células. Esta planta bulbosa del género Allium es una gran aliada
contra el cáncer gracias a sus compuestos orgánicos ricos en azufre. Previene e
inhibe el desarrollo del cáncer.
Perejil
Al igual que el orégano, el perejil también posee
múltiples beneficios asociados al cáncer: funciona como un desinflamatorio,
antifúngico, antiviral y antiespasmódico. El compuesto llamado apigenina, es un
flavonoide que acorta la vida de las células cancerosas. También está presente
en la menta o el apio.
Yogur
Los alimentos lácteos tienen sus pros y sus contras;
aunque son una buena fuente de calcio, también pueden ser altos en grasa.
Cuando se trata de los efectos de los productos lácteos que nos ponen en mayor
riesgo de cáncer de mama, un nuevo estudio encuentra que es conflictivo. Así,
mientras el queso (no todos los tipos de queso, pero sí el cheddar o similares)
puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, el yogur puede reducirlo.
Salmón
El salmón, la trucha, el arenque, las sardinas o la
caballa son grandes aliados contra el cáncer. En general estas especies de
pescados azules son ricas en grasas omega-3 que reducen la inflamación del
cuerpo. Los ácidos grasos omega-3 poseen un efecto anti-cancerígeno sobre todo
en el cáncer de colon, mama, melanoma maligno y leucemia.
Soja
Los productos de soja han sido relacionados con una menor
incidencia en cáncer de pecho. Un estudio en el Reino Unido encontró que 11
gramos de soja al día reducen las recaídas y la tasa de mortalidad entre las
mujeres con un diagnóstico de cáncer de mama.
Cúrcuma
Esta especia de color anaranjado usada frecuentemente en
la cocina hindú tiene propiedades antiinflamatorias. La cúrcuma posee un
polifenol llamado curcumina que destruye las células cancerígenas y bloquea una
proteína asociada con el cáncer gastrointestinal.
Batatas
Las batatas poseen un alto contenido de beta-caroteno y
tocoferol, que estimulan el sistema inmunológico. Por si esto fuera poco, son
unas estupendas aliadas de nuestro organismo, ya que eliminan los químicos que
son causantes del cáncer, mejoran la memoria y previenen las enfermedades
cardiovasculares.
Tofu
Un compuesto del tofu, la genisteína, posee propiedades
antioxidantes que inhiben el crecimiento de las células del cáncer. Tomar unos
10 miligramos de tofu al día nos ayudará a disminuir la recurrencia del cáncer
de mama en un 25%.
Carne
orgánica
Las carnes orgánicas, incluyendo carne de res o hígado de
pollo, son recomendadas en muchas dietas que combaten el cáncer ya que se
consideran uno de los alimentos más densos en nutrientes del planeta y
extremadamente altos en vitamina B12. El consumo de carnes orgánicas ayudará a
limpiar el hígado y mejorar la capacidad de eliminar toxinas de la sangre y el
tracto digestivo. Estos alimentos ricos en minerales pueden ayudar a
contrarrestar los efectos del alcohol, los medicamentos recetados, las
alteraciones hormonales, los altos niveles de triglicéridos, el bajo contenido
de potasio, la obesidad y las infecciones virales.
Cítricos
Los pigmentos de colores brillantes que encontramos en
los alimentos vegetales son una señal segura de que están irradiando
fitoquímicos, especialmente antioxidantes carotenoides. Esta es exactamente la
razón por la que es deseable que nuestro plato sea una especie de arco iris.
Los carotenoides (alfa-caroteno, betacaroteno, licopeno, luteína,
criptoxantina) son derivados de la vitamina A que se encuentran en muchos
cítricos, así como en bayas, calabazas y otros alimentos vegetales.
Cuando
se trata de verduras ricas en carbohidratos, los estudios demuestran que los
carbohidratos complejos, incluyendo las batatas, zanahorias, remolachas, otros
tubérculos y alimentos de grano entero, están relacionados con un riesgo
reducido de varios tipos de cáncer. Por el contrario, la ingesta de grano
refinado y de alimentos de alta carga gliuémica se asocian con un mayor riesgo
de diferentes tipos de cáncer, incluyendo el de mama y el colorrectal.
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