Sea como sea saca tiempo para relajarte porque así logras aquietar la
angustia y estar sereno.
Encuentras sabiduría y luz cuando eliges
internarte en los caminos del alma y estar con Dios que mora en tu íntimo ser.
Con la fuerza divina eres capaz de abrazar lo
desconocido sin temores y sin el freno del desaliento.
Cuida tu fe para no hacer saltos al vacío. La confianza es tu aliada para
mirar de frente.
Necesitas sosegarte y dejar las correrías
frenéticas que te arrebatan la paz y te estresan.
Te amas mucho y tus días son radiantes cuando abres las puertas al
amor, la fe y la alegría.
Todo fluye cuando evitas odios viscerales, perdonas y te perdonas, convencido que la intolerancia te lleva al abismo.
Ten presente que los procesos piden paciencia y
que todo lo que te llega lo puedes superar.
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