Permite
que todo lo que has querido… suceda.
No luches contra tu propia naturaleza. Abraza la belleza de los dones
que Dios te ha dado.
Vive
con alegría y con un propósito cada momento. Haz lo que sabes que es correcto,
lo que sabes que es mejor, y lo que sabes que es verdad.
La
vida es mejor de lo que te puedas imaginar. Sueña y vive desde la perspectiva
del amor y convertiras en realidad todo lo que te propones.
Mira cada cosa que vives con una profunda gratitud y
aprecio. Comprométete, una y otra vez, para vivir una vida digna con toda la
abundancia que Dios trajo para ti.
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