Es
preferible ser dueño de mil pesetas que esclavo de un millón.
Si el trabajo duro fuera algo tan saludable y
maravilloso, es seguro que los
ricos se lo habrían quedado todo para ellos solos.
El dinero en el mundo estará siempre mal distribuido, porque son muy pocos los que
piensan en la manera de distribuirlo, y muchos en la manera de quedárselo.
No es la escasez, sino más bien la abundancia, la causante de la avaricia.
El que no sabe nada, no duda de nada.
Reinar sobre sí mismo es el reinado más glorioso.
La vida hay que vivirla, y no pasarla discutiendo de ella.
El hombre que pretende verlo todo con claridad antes de decidir nunca
decide.
Si me engañas una vez, tuya es la culpa. Si me engañas
dos, la culpa es mía.
En cualquier profesión, decir que lo sabes todo es ponerte trabas a tí mismo.
Aprender es como remar contra la corriente; en cuanto se
deja, se retrocede.
El único medio de salir ganando de una discusión es evitándola.
Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan cómo
estamos y se esperan a oír
la contestación.
El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
El que te habla de los defectos de los demás, con los demás hablará de los tuyos.
Cualquier cosa que hayas decidido hacer, hazla con todas tus fuerzas.
Huye de los elogios, pero trata de merecerlos.
La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que
en afrontarlos.
Si podéis curar, curad; si no podéis curar, calmad; si no podéis calmar, consolad.
Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no
podré creer en ti.
Esperar sentido común en la gente es una prueba de no tener sentido común.
Quien puede decir cuánto ama, pequeño amor siente.
Mejor
no hacer nada que hacer cualquier cosa.
Más
vale ser vencido diciendo la verdad que triunfar por la mentira.
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