Un
día, el dios supremo del Olimpo, Zeus dijo:-Mi hijo Dionisio, también conocido
como Baco, merece ser nombrado dios por haber inventado el vino. Y lo elevó al
rango de dios.
Orfeo se negó a adorarlo como dios diciendo:
-
Dionisio no puede ser dios. Es un mal ejemplo para los mortales ya que está borracho la mayor parte del día. Me niego a ofrecerle
sacrificios a un borracho.
Cuando Dionisio escuchó el comentario se enojó
tanto que envió a un grupo de Ménades, mujeres embriagadas todo el tiempo, a perseguirlo.
Cuando las Ménades lo encontraron, Orfeo estaba placidamente
dormido junto a su lira. Si hubiera estado despierto tocando su lira ellas habrían quedado
encantadas por su música.
Entonces, las Ménades, le cortaron la cabeza y la arrojaron a un río
cercano. Luego cortaron el resto del cuerpo en pedacitos.
Las
Musas encontraron los trozos de Orfeo y apenadas por la triste desaparición del
músico, los enterraron a los pies del monte Olimpo, donde
los ruiseñores entonaron de allí en más dulcísimos cantos.
La cabeza de Orfeo floto río abajo hasta llegar al mar, donde un
barco de pescadores la atrapó en sus redes y le dieron sepultura.
Zeus
permitió que se pusiera la lira de Orfeo en el cielo, formando la constelación
llamada ¨ La Lira¨
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