Google Ads

¿Y SI YO FUERA YO… POR UNA VEZ?

 

Imagínate por un momento: entras a una reunión, alguien te saluda y dice:—¡Hola! ¿Cómo estás?Y en lugar de responder lo de siempre —“bien, gracias, todo bien” (aunque por dentro estés negociando con el universo por cinco minutos más de sueño)—, respiras hondo… y dices:La verdad es que hoy me siento como una planta que olvidaron regar hace tres días… pero con esperanza de lluvia.

¿No sería revolucionario?

La frase si yo fuera yo suena casi como una excusa de mal chiste:—No hice la tarea… si yo fuera yo, la hubiera entregado.—No fui al gimnasio… si yo fuera yo, ya tendría abdominales con nombre propio.

Pero detrás de ese tono de autocrítica disfrazada de ironía, hay algo mucho más serio:hay una versión de ti que está esperando permiso para existir.

Una versión que no finge estar bien para no molestar.Que no aplasta sus sueños para que quepan en el horario de oficina.Que no se disculpa por sentir demasiado, pensar demasiado, o necesitar… simplemente, ser.

A veces vivimos como si fuéramos la versión de prueba de nosotros mismos:

·         con funciones limitadas,

·         sin acceso al menú secreto,

·         y con un mensaje constante en la pantalla: “Actualización disponible… pero no ahora.”

Pero aquí va el spoiler: No hay una versión “final” de ti esperando en el futuro. No necesitas un reinicio ni un modo dios. Lo único que necesitas es dejar de pedirle permiso a la opinión ajena… para encender tu propia luz.

Si yo fuera yono me culparía por haberme perdido un poco. Me felicitaría por haber seguido caminando, aunque fuera a tientas.Si yo fuera yono me compararía con quien ya llegó… me preguntaría, con ternura: ¿hasta dónde he llegado yo?Si yo fuera yome permitiría tener días grises sin sentir que soy un fracaso —porque hasta el cielo se nubla… y sigue siendo esencial.

Al final, no se trata de convertirte en ti.Se trata de dejar de impedírtelo.

Porque no necesitas ser perfecto, ni épico, ni viral.Solo necesitas ser auténtico… con una buena dosis de humor, un toque de rebeldía suave, y la valentía de decir, un día cualquiera, sin drama ni culpa:

“Hoy… voy a ser yo.No la versión editada.No la versión para Instagram.Yo. El original.—Con errores de ortografía emocional, sí…pero firmado de puño y letra por el alma.”

 

 REFLEXIONES DE UN SACERDOTE CATOLICO

Como sacerdote, te diría que la pregunta “¿y si yo fuera yo… por una vez?” toca una herida profunda del alma. Muchas veces vivimos tratando de cumplir expectativas ajenas, usando máscaras para ser aceptados, olvidando que Dios nos creó únicos y verdaderos. Si por una vez fueras realmente tú, dejarías de compararte, de justificarte y de huir de quien eres.

Ser tú no significa egoísmo, sino honestidad interior. Significa reconciliarte con tu historia, abrazar tus límites y reconocer tus dones como regalo, no como carga. Jesús nunca pidió a nadie que fuera otro; a cada uno lo llamó por su nombre y lo amó tal como era.

Cuando uno se permite ser auténtico, el corazón se libera y la fe madura. Dios no bendice las máscaras, bendice la verdad. Y solo cuando somos nosotros mismos, podemos amar sin miedo, servir con alegría y vivir en paz. Tal vez hoy Dios te invita a eso: a ser tú, sin culpa y sin temor.



 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por favor, escriba aquí sus comentarios

Gracias por su visita.

EnPazyArmonia