NAVIDAD ES HACER BUENOS CAMBIOS

La Navidad no es solo luces, regalos y reuniones. Claro, todo eso es lindo, pero en realidad, la Navidad es un recordatorio perfecto de que siempre podemos hacer buenos cambios. Es como si el aire navideño nos diera una nueva oportunidad para ser mejores, para dejar atrás lo que no suma y enfocarnos en lo que de verdad importa.

A veces creemos que los cambios tienen que ser enormes, pero no es así. A veces, el mejor cambio es sonreír más, ser más pacientes, o decir ese “te quiero” que tanto hemos guardado. La Navidad nos invita a soltar el rencor, a hacer las paces con el pasado y a empezar de nuevo, pero no por obligación, sino porque realmente lo sentimos.

Es el momento perfecto para reflexionar, para pensar en lo que queremos cambiar en nuestras vidas, ya sea en nuestras relaciones, en nuestros hábitos o incluso en nosotros mismos. Y es que, cuando hacemos buenos cambios, no solo mejoramos nuestra vida, sino también la de los que nos rodean.

 

REFLEXION

 

La letra de los alegres gozos de la Novena podría servirte para hacer cambios en tu vida.

 

Piensa qué aprendes cuando cantas: "Ven, ven, ven, ven a nuestras almas, Jesús, ven, ven, ven, ven".

 

Es solo un ritornello de memoria o ¿de verdad quieres que Jesús venga a tu corazón y a tu vida?

 

Y si esto es lo que quieres ¿vas a liberar el corazón de odios, culpas o rabias para que Jesús halle una buena morada?

 

Piensa que tus hijos o tu pareja te canta: "Ven, ven ven…" porque ellos no son lo más importante en tu vida.

 

Sí, Navidad no es llenar una cada de adornos o de luces mientras el alma y el corazón están vacíos de amor.

 

Navidad es hacer buenos cambios, mejorar, celebrar con una vida nueva el nacimiento de Jesús.

 

Como bien lo expresa un hermoso villancico, Navidad es que cada día tenga una "noche de paz, una noche amor".