LO QUE REALMENTE DESEO ESTE AÑO NUEVO PARA TI

 

No es el típico "Feliz Navidad" o "Próspero Año Nuevo". Es algo más profundo, más humano, más necesario. Y hoy, en este inicio de año, son palabras que resuenan con más fuerza que nunca.

 

¿Por qué conformarnos con deseos repetidos como un eco vacío cuando podemos aspirar a algo más? Deseemos lo que realmente importa: coraje para decir "basta", valentía para cerrar puertas que nos lastiman y abrir ventanas que dejen entrar la luz. Recuerda que la vida no es solo sobrevivir, sino atreverse, quererse, vivir con intensidad.

 

Este año, no te conformes con lo superficial. Desea locura y magia, porque la vida sin un poco de caos pierde su sabor. Desea errores, porque son los peldaños que nos llevan a crecer. Desea viento para dejarte llevar, pero también raíces para no perderte en el camino. Desea abrazos que duren toda la vida, viajes que te llenen de recuerdos y emociones que te hagan sentir vivo.

 

Desea amar sin posesión, porque el amor verdadero no ata, sino que libera. Desea canciones que se conviertan en la banda sonora de tus días y momentos que te hagan sonreír incluso en la distancia. Desea besos bonitos, brindis con los labios y, sobre todo, ganas de seguir adelante, porque la vida es un regalo que merece ser disfrutado.

 

Este año, no te limites a desear un "Feliz Año". Desea tiempo, mucho tiempo, para vivir con plenitud, para amar sin miedo, para reír sin reservas y para sentir que cada día es una oportunidad de ser feliz.

 

Porque, al final, no se trata de contar los años, sino de hacer que los años cuenten.

 

¡Feliz año! Que sea un año de puertas cerradas, ventanas abiertas y sueños hechos realidad.