En
el matrimonio se debe enfrentar que no todo es felicidad, como se pensaba en el
noviazgo.
El
desamor se puede dar por situaciones que van más allá de los problemas
cotidianos.
Seis años de noviazgo, catorce de matrimonio y
dos hijos eran motivo suficiente para que Catalina Bernal pensara que su relación de
pareja iba a ser para toda la vida. Sin embargo, un día tuvo que
enfrentarse a un doloroso divorcio que hoy, un año después, aún le causa
dolor.
"Es
una tristeza difícil de superar, porque no solo lo perdí a él sino a gran parte
de un proyecto de vida", dice ella y agrega que no se
lo esperaba porque todo en su relación parecía perfecto. Esto modificó su vida
y hasta el sueño de llegar, con el que ahora es su ex esposo, a la etapa de la
vejez.
La
promesa de 'hasta que la muerte los separe' tampoco aplicó en este caso ni en
los 5.615 divorcios que se registraron entre enero y mayo de este año ante la
Superintendencia de Notariado y Registro. Este tipo de
fracasos matrimoniales, que no solo se escuchan en los juzgados y las notarías,
ya son tan comunes que para muchos son un paso más en la historia de los
matrimonios.
También son tema de investigación, como la
hecha por Álvaro Sierra, profesor del Instituto de la Familia de la U. de la
Sabana y autor del libro Pero si nos queríamos tanto... En su texto, y tras 20 años de estudiar y
trabajar con diferentes familias, explica que cuando el desamor llega a un
matrimonio es por causas muy profundas que pueden detectarse en el noviazgo y
que van más allá de los problemas económicos. Estos son algunos.
Falsas
expectativas
Algunos llegan al matrimonio con la convicción
de que todo va a ser perfecto y de que van a vivir en una felicidad eterna.
Esto es mentira. En la vida en pareja surgen problemas que, si se saben
enfrentar, ayudarán a madurar a la pareja. Este es un proceso difícil y las
soluciones no son inmediatas.
Concepto
de felicidad
Nadie puede pensar que será feliz en el
matrimonio porque la felicidad no está simplemente en el compromiso, sino que
debe construirse día a día. Por considerar esto, muchos cometen el error de
eludir los problemas y cuando los van a enfrentar ya es demasiado tarde.
Diferencias
de crianza
Las relaciones con los padres, las creencias
religiosas, la educación de los hijos y el manejo del dinero, entre otros, son
factores que se manejan según los principios que se aprendieron en la casa
paterna, y cuando hay grandes diferencias pueden generar muchos conflictos de
pareja.
Parámetros
engañosos
El amor no se da solo por estar con una
persona atractiva, o con la que se tengan relaciones sexuales, o que tenga
dinero o poder. Estos son factores externos que se pueden perder en cualquier
momento. Se debe pensar más en la personalidad del otro.
Desconocer
el pasado
El pasado tiene información valiosa del otro.
Por eso es clave analizar a los padres de quien se convertirá en su pareja.
Este ejercicio será como mirar el pasado, el presente y el futuro de la nueva
relación, pues muchas respuestas cotidianas serán similares a las costumbres
adquiridas en la infancia.
Idea
de cambiar al otro
Una cosa es querer y trabajar juntos por
mejorar algunos aspectos y otra es querer que el otro sea completamente
diferente. Pretender modificar a la pareja es como decirle: 'ahora no te amo
como eres, pero te amaré si te conviertes en ese ser idealizado que por ahora
solo existe en mi imaginación'.
Causales legales del divorcio
Existen
diferentes causales para divorciarse, como: Relaciones sexuales extramatrimoniales.
Ultraje, trato cruel y maltrato psicológico. Incumplimiento de los deberes de
padre y esposo o madre y esposa. Enfermedad
mental o física grave incurable que ponga en riesgo la familia. Mutuo
acuerdo. Embriaguez habitual. Uso
habitual de sustancias alucinógenas o estupefacientes. Conductas tendientes a pervertir a alguien
de la familia. Separación de cuerpos.
Asesoría: Martha Pérez, abogada especializada en derecho de familia, infancia y
adolescencia.
Para
revivir el amor...
Antes
de divorciarse piense en las causas.
"Frente a una unión marital que fracasa,
muchos se limitan a decir que se les acabó el amor y pocos hacen una reflexión
seria para conocer las causas... Otros pasan la experiencia creyendo que la
culpa es de todos menos de ellos", explica el profesor Álvaro Sierra, que
tiene 31 años de casado y 12 hijos. Añade que es indispensable
estudiar bien el origen de la mala convivencia para poder reposicionar el
sentimiento de amor. Además, es necesario repensar el proyecto de vida que se
quería lograr con esa persona y reorientarlo. Incluso, la pareja puede buscar
la asesoría de un experto antes de tomar la decisión definitiva de separarse.
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