Los
hombros representan mi capacidad de llevar una carga. Mis hombros llevan mis
alegrías, mis penas, mis responsabilidades y mis inseguridades. Como cualquier
otra persona, no estoy exento de llevar una carga. Si me hago responsable de la
felicidad y del bien estar de los demás, entonces aumento el peso que llevo y
me duelen los hombros. Tengo la sensación de tener “demasiado por hacer” y de
nunca ser capaz de realizarlo todo. Puede también que tenga la sensación de que
me impiden actuar, bien a causa de opiniones diferentes o porque simplemente no
quieren asistirme y apoyarme en mis proyectos.
También
me duelen los hombros cuando vivo grandes inseguridades afectivas (hombro
izquierdo) o materiales (hombro derecha) o que me sienta aplastado por
el peso de mis responsabilidades, tanto afectivas como materiales.
Tengo tanto miedo al mañana que me olvido vivir hoy. Las dificultades que encuentro,
la responsabilidad de deber crear, hacer, perfeccionar, todo esto puede
“aplastarme”. Puedo querer probarme que, a pesar de todo, puedo
enfrentarme con las situaciones echando los hombros hacía atrás, poniendo el
pecho más en evidencia, pero
la realidad es que mi espalda es débil y distorsionada por el miedo.
Si la parte afectada de mi hombro se refiere a los huesos
(fractura, ruptura), esto
se relacionará más con mis responsabilidades fundamentales. Si la parte
afectada de mi hombro es muscular, ésto se relacionará más con mis pensamientos
y emociones.
Aprendo también a dejar circular la energía de mi corazón
hasta los hombros y después, en mis brazos, lo cual evitará la rigidez y el
dolor, porque mis hombros
representan la acción y también el movimiento, desde la concepción hasta la
materia. Pasan a través de ellos mis deseos interiores de expresarme,
crear y ejecutar porque nacieron al nivel de mi corazón. La energía emocional debe
dirigirse hasta en mis brazos y mis manos para realizar dichos deseos.
Si
me freno en decir o hacer cosas, si me “encasillo” en vez de hundirme en la
vida, si llevo máscaras para tapar mis miedos y mis aprensiones, mis hombros
estarán tensos y más rígidos. Si el hueso de mi hombro va hasta
quebrarse o romperse, existe en mi vida un conflicto que es muy profundo y que
toca la esencia de lo que soy.
La
tensión o cualquier otro malestar que sienta en la área de los hombros me da
una indicación según se trate del hombro derecho o izquierdo. Si mi
hombro derecho está afectado, se trata de mi lado masculino activo: puedo vivir un conflicto o una
tensión con relación a mi trabajo, a mi modo de actuar frente a la autoridad.
Es el lado “recio y controlador” que gana; en cambio si es mi hombro izquierdo
el que está afectado, la
tensión que pueda vivir está relacionada con el aspecto femenino de mi vida,
es decir creativo y receptivo, a mi habilidad por expresar mis sentimientos.
Tomo consciencia de lo que me aplasta, acepto que soy
responsable de MÍ y dejo que
los demás se cuiden de ocuparse de su propia felicidad. Aprendo a
delegar. Un hombro helado significa que se vuelve frío y doloroso y que está
molestado en su completa utilización. Me vuelvo frío e indiferente con relación
a lo que hago (justo para hacerlo?) o puedo realmente hacerlo? Existe una profunda tensión que
me indica que quiero realmente hacer algo diferente de lo que hago actualmente.
También
acepto aprender a vivir el instante presente, lo cual me permite aliviar
el peso que llevo en mis hombros. Hago confianza al universo que atiende mis
necesidades cotidianas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios