La
mandarina es un buen ingrediente para reparar y rejuvenecer las manos resecas.
El aceite de la mandarina ayuda a la absorción de vitamina A, lo cual protege
la piel del daño provocado por los radicales libres.
Una receta casera y fácil de hacer para devolverle la
suavidad y la juventud a las manos es la siguiente:
Se
echa una mandarina en la licuadora con todo y cáscara y se licúa. Se mezcla con
1/4 de taza de aceite de oliva, 1 cucharadita de miel de abeja y una taza de
azúcar.
Se frotan las manos y los brazos con esta mezcla. Se
cubre los brazos y manos con toallas calientes y descansa por 20 minutos.
Después se lava con agua calientita.
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