Pertenezco
a la generación que tenía un solo mandato: debíamos ser y así lo intentamos,
los mejores hijos, los mejores esposos , los mejores padres, los mejores
profesionales, etc., Y ahora que ya hice todas esas cosas lo mejor que pude, a
veces me gusta estar, salir, viajar solo, a mi ritmo. A veces necesito mucho a
mi familia. Y a veces prefiero ... no hacer nada...
Ya demostré, acabadamente, quien soy como persona
Lo
que me queda de vida, intento que sea mío disfrutándolo con lo que me
venga en ganas: viajando,
comprando, tomando café con alguien, haciendo lo que me plazca, así sea
estar sin hacer nada.
Me he dado cuenta que por más que los demás nos amen
mucho y seamos importantes para ellos, todos seguirán viviendo cuando no
estemos.
Por eso ya es tiempo de NUESTRO tiempo, y de dejar de
rendir examen en tantos roles con que la vida nos puso a prueba.
No
pienso dar más examen de nada, eso incluye a mi familia también.
Nosotros ya estudiamos, criamos hijos, trabajamos,
cuidamos padres, estuvimos presentes cada vez que alguien nos necesitó...¿acaso
después nos van a hacer un monumento donde diga:
"a un luchador, un ser ejemplar y virtuoso"?
Seguro que no. Y si de casualidad lo hicieran...
¡¡¡estaremos bajo tierra!!!.
Somos una generación que rompió estereotipos, allanamos
el camino a los que vinieron después
Por
librar tantas batallas en soledad hemos sufrido cada uno de nosotros. Por
distintas razones. Por eso ya es hora de que empecemos a relajarnos y a
divertirnos más.
¡No
saben lo bien que se siente!
Muchas veces me planteo, qué rápido pasó la vida,
distraído como estaba, haciendo mil cosas. También me pregunto ¿cuánto nos
queda de vida, amigos? No lo sabemos, por suerte nadie lo sabe, sólo nuestro
Divino Hacedor conoce nuestro destino.
¿Algo cambiará en quienes nos quieren, cuando nos
vayamos?
No, la vida seguirá igual en nuestra ausencia y hasta tal
vez dirán: “el viejo estaba un poco loco en sus últimos dias".
Pero
nosotros felices igual ... porque ya no escucharemos...
Mis estimados amigos, cuídense, no se repriman, aprendan
a decir NO cuando quieran decir NO. Si es necesario y siempre para bien de
nuestra salud mental, aprendan a mandar lejos a la gente que no sirve para nada
(eso sí, con elegancia es mejor).
Ya
es hora de discernir a quien le hace bien mi amistad, mi cariño, mi compañía y
quien me busca sólo para llenar su aburrimiento, descargar su neurosis o
hacerle un servicio...
La vida está llena de gente egoísta que solo se satisface
a si misma usando a los demás de distintas maneras y para diferentes
propósitos.
Huyamos de esos vampiros que nos roban la energía para
seguir subsistiendo y juntémonos, cada vez que podamos, con aquellos que nos
hacen reír.
Practiquemos
nuestra merecida libertad, ya sea quedándonos en la cama todo un día, viendo
por TV lo que se nos ocurra, leyendo poesía, biografías interesantes o simples
revistas.
Qué placer caminar sin apuro ni rumbo fijo, y detenernos
en cualquier lugar que nos llame la atención.
Por
favor, visitemos más seguido a los amigos y amigas positivas, vayamos a lugares
nuevos, escuchemos más música, animémonos a pintar, a hacer yoga, meditación,
canto, cocinar, idiomas, jardinería, limpiar el carro,.....lo que más nos
guste!!.
Todo sirve y es válido para hacernos sentir
bien.
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