La
motivación conduce a la acción, y la acción conduce a una mayor motivación. Si
tú no estás motivado para hacer algo, debes hacer algo de todas formas y así
comenzarás a rodar la pelota.
Incluso el paso más pequeño puede ser el comienzo para
crear un gran impulso positivo. Da ese pequeño paso, y siente la pequeña briza
de motivación e impulso, y deja que te lleve al siguiente paso. Pídele a Dios la sabiduría que
requieres para dar ese paso y la constancia para permanecer en el camino que
elegiste.
Incluso si pareciera que no estuvieras logrando nada, una
pequeña acción positiva al comienzo no se nota, pero es posible que
posteriormente logres algo de gran importancia. Así que ponte en marcha.
Una vez que estés en movimiento, es mucho más probable
que no te detengas. Cuanto más tiempo permanezcas en movimiento, es más
probable que continúes el camino hacia adelante.
Lo
mejor que puedes hacer cuando no tienes ganas de hacer nada, es hacer algo.
Recuerda que aunque estés desmotivado, aún puedes iniciar una pequeña acción.
Hazlo ahora, comienza a rodar la pelota y deja que el
poder de impulso positivo te lleve hacia adelante.
Agradece
a Dios cada paso que das y cada logro que obtengas.
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