Perlas limpias: Los collares de perlas sientan de maravilla. Si hace tiempo que no usas el tuyo, le vendrá muy bien una buena limpieza: déjalo en remojo con agua tibia y unas gotitas de gel muy suave. Acláralo y, seguidamente, sécalo con un paño muy suave. Después, deja el collar colgado de una perchita hasta que el hilo que engarza las perlas se haya secado perfectamente.
Cepillo Limpio: Un truco para eliminar la suciedad de los cepillos de pelo es cubrir las cerdas o púas con abundante espuma de afeitar. Deja que actúe media hora y, luego, acláralas bien con abundante agua: la suciedad desaparecerá inmediatamente.
Tijeras bien afiladas: Si no cortan bien y no las puedes llevar a afilar, ponlas dentro de un barreño con aceite y gasolina a partes iguales.
Tinta en las manos: ¿Te has manchado las manos con tinta de bolígrafo? Se quita estupendamente si las frotas con la parte interior de la cascara de un plátano. Lávalas luego con jabón.
Jarras y vasos de cristal: Con el uso y el paso del tiempo, los vasos y jarras de cristal aparecen rayados u opacos. Para que rayas y manchas desaparezcan o para prevenirlas, prepara una mezcla de agua con maicena y frota durante un rato -con una gamuza suave-. Luego, seca con un trapo de algodón. Verás que al repetir la operación tres o cuatro veces desaparecen.
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