Cuenta la historia que hace años en
Persia un sabio maestro decía. Hacer balances es el mejor ejercicio al despedir
un año.
Con ese
fin pedía a sus discípulos sincerarse con estas preguntas que ojalá te formules
en un buen tiempo de examen:
1. ¿En qué me equivoqué este año?
2. ¿En
qué acerté?
3. ¿Qué dejé de hacer y cómo voy a
mejorar día a día?
Aquiétate,
aléjate del bullicio y dedica tiempo a conocerte, estar con Dios y elaborar un
plan de mejoramiento.
Ojalá no sacrifiques tu paz queriendo
cambiar a los demás.
Reconoce que eres tú quien debes
transformarte.
Bucea
en tu interior y elige crecer espiritualmente con disciplina, fe, meditación y
buenas acciones.
No
dejes que el tiempo huya y el devenir de los meses te encuentre dentro de un
año igual o peor que ahora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios