Los místicos aseguran que lo que vale
de la vida lo hallas, no en el mundo físico, sino en el espacio espiritual.
Ese es
más real que el primero y eso lo captan aquellos que van más allá de lo aparente y trascienden.
Al reino espiritual se accede con la
meditación, la
relajación, el amor efectivo y afectivo, y la unión con Dios.
Todo lo
que una persona desea vehementemente se disfruta en ese reino de luz, paz y plenitud.
¿Cuándo
quieres ordenar tu vida y dedicar al alma tanto tiempo que pasas hipnotizado
frente al televisor?
Imita a aquellos que admiras por su
serenidad y dedica lo mejor de ti a tu espíritu y a Dios.
Hazlo
con una fe renovada, abierta y apóyate en lo que te sirva: Relajación, yoga,
meditación, reiki, Tai Chi, oración de gratitud y alabanza.
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