"El
deporte tiene poder para cambiar al mundo, para inspirar, para unir a la gente
de un modo que pocas cosas lo hacen. El deporte puede crear esperanza
donde solo había desesperación; es más poderoso que el gobierno para romper
barreras".
Estas palabras no son de un hincha afiebrado o
de un periodista deportivo, son del gran líder sudafricano Nelson Mandela.
Sí,
el deporte es como un arma de doble filo, tiene poder para unir o enfrentar,
animar o desmotivar. Tú eliges si tomas lo mejor de él y aprendes que
también la vida es un juego que depende de la actitud.
Un
buen entrenador da a sus jugadores confianza, identidad, y valores claves como
disciplina y trabajo asociado.
Un excelente deportista decía: "Lo voy a lograr, va a ver
que sí", "hay que entrenar fuerte para llegar", porque su
entrenador infundió en el una gran capacidad para creer en sí mismo.
Lo que piensas y dices tienen un tremendo
poder y crea la realidad.
Decreta lo mejor y actúa en consonancia: Creo en mí, valgo mucho, lo
lograré, Dios me ayuda, puedo, etc. Tu reto es confiar y actuar.
Cada
ser crea su destino y todo depende de una actitud positiva o derrotista. Cree
en Dios y en ti.
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