Para que el Padre nos perdone antes debemos
haber cristalizado esta virtud en nuestra alma.
"Con la vara que midiereis seréis
medidos"
Tendríamos que ser más flexibles con el
prójimo tanto como queremos que se sea con nosotros.
Aprender a perdonar a aquellos que no
agradecen nuestro esfuerzo por ellos.
A aquellos que pusieron a todos los amigos
en contra de nosotros.
A aquellos que piensan lo peor de nosotros.
A los que nos tratan sin piedad.
A los que nos tiranizan.
A los que nos exigen sin derecho.
A los intolerantes de nuestra forma de vivir y ver la vida. A los que
viven cotilleando acerca nuestro.
¿Porqué debemos perdonarlos? Porque haciéndolo se engrandece nuestra
alma. Dios sonríe, se siente feliz y así El nos puede
perdonar, porque todos estos errores nosotros también los cometemos y los hemos
cometido con los demás.
Vamos a aprender en la escuela de vida este gran acto "perdonar a
los que nos ofenden".
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