Henry Kissinger se quedó corto cuando dijo que “el poder era el mayor de los afrodisíacos”.
De hecho, el poder es la mejor manera de mejorar nuestro nivel de vida.
La gente poderosa no sólo tiene más amigos sino que, además, tiene una mejor salud. Según varios estudios, hay una mayor relación entre las enfermedades cardíacas y un bajo status que entre este último y peligros físicos como la obesidad y la alta presión sanguínea.
Por otra parte, los beneficios del poder se han incrementado con creces en los últimos años.
Los políticos han aprendido a sacarle provecho al liderazgo. Los Clinton ganaron US$ 109 millones en los ocho años posteriores a la Casa Blanca. Y Tony Blair se volvió un hombre rico en tres años, desde que se retiró de la política.
Pero cada vez es más difícil subir el palo encerado y mantenerse arriba. Las compañías tienen ahora estructuras más complejas, lo que les ha complicado la vida a los Gerentes.
Antes era muy común que los Gerentes estuvieran entre diez y quince años ocupando el mismo puesto. En cambio, esto ha cambiado durante la última década, donde el promedio de la carrera de los Gerentes es de 6 años. De igual modo, en los años noventa era muy común que los Gerentes le rindieran cuentas a sí mismos.
¿La gran pregunta es cómo llegar al poder?
¿Por qué unos lo tienen y otros no?
Nota: Hoy en día los políticos y gerentes de empresas se concentran en cómo obtener el mayor retorno sobre la inversión olvidándose de que existen muchas cosas mas importantes que el dinero y el poder que son cosas pasajeras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios