La soltería, a menudo vista desde una perspectiva
negativa en nuestra sociedad, puede ser una etapa de crecimiento personal,
autoconocimiento y plenitud.
Como psicólogo experto, es fundamental abordar la soltería no como una falta, sino como una
oportunidad valiosa para construir una relación saludable y enriquecedora con
uno mismo.
Autoconocimiento y Desarrollo Personal
La soltería proporciona un espacio único para el
autoconocimiento. Sin la distracción de las relaciones románticas, uno puede
dedicar tiempo a explorar sus intereses, valores y metas. Este período es ideal para reflexionar sobre quién eres y qué
deseas en la vida, permitiendo un desarrollo personal profundo y
auténtico.
Independencia y Autonomía
Estar soltero fomenta la independencia y la autonomía.
Aprender a disfrutar de tu propia compañía y ser autosuficiente son habilidades
esenciales que pueden fortalecer tu autoestima y confianza. Esta independencia no solo es
beneficiosa durante la soltería, sino que también establece una base sólida para futuras relaciones,
donde ambos individuos pueden mantener su identidad y autonomía dentro de la
pareja.
Relaciones Sociales y Apoyo
La soltería brinda la oportunidad de fortalecer y
expandir tu red de apoyo social. Sin la concentración en una pareja romántica,
puedes dedicar más tiempo y energía a las amistades, la familia y las
actividades comunitarias.
Estas relaciones son vitales para el bienestar emocional y proporcionan un
sentido de pertenencia y conexión.
Plenitud y Propósito
La soltería también puede ser un tiempo para descubrir y
perseguir tus pasiones y propósitos. Ya sea a través de la carrera, el voluntariado, los
hobbies o los viajes, este periodo
te permite enfocar tus energías en lo que realmente te apasiona.
Encontrar propósito y significado en la vida independiente de una relación
romántica es crucial para una vida plena y satisfactoria.
Mitos y Realidades de la Soltería
Es importante
desafiar y desmantelar los mitos negativos asociados con la soltería. La
soltería no es sinónimo de soledad o insatisfacción. Muchas personas encuentran
gran felicidad y realización estando solteras. La clave está en cómo se percibe y
se vive esta etapa. Verla como una oportunidad para el crecimiento personal y
la autorrealización cambia completamente la narrativa.
Reflexión Final
En última instancia, la soltería puede ser una etapa de
la vida rica y gratificante. Aprovechar esta fase para conocerte a ti mismo,
cultivar la independencia, fortalecer las relaciones sociales y encontrar tu
propósito te permitirá construir una relación sólida y amorosa contigo mismo. Esta relación con uno mismo
es la base para cualquier futura relación romántica saludable y equilibrada.
Aceptar y
disfrutar de la soltería no es solo una opción válida, sino una oportunidad
invaluable para el desarrollo personal y la felicidad. Al cambiar nuestra perspectiva sobre
la soltería, podemos abrazarla como una fase importante y
enriquecedora de nuestras vidas, una fase donde la relación más importante y
duradera es la que tenemos con nosotros mismos.
En estos meses en relación con mi soltería he aprendido tantas cosas de la vida y de mí, que antes desconocía. Puede ser que por falta de tiempo, de interés o porque simplemente creía que mi felicidad era el estar con alguien más. Poco a poco fui descubriendo mi gran error.
Al principio me sobraba mucho tiempo, todo el tiempo que le dedicaba a alguien más y en ocasiones me costó mucho el administrarlo para no llegar al grado de sentirme en depresión o morir de la aburrición.
Solía sentirme abrumada con las típicas preguntas de los familiares: ¿y el novio? ¿Y cuándo presentas a alguien? ¿Cuándo pretendes casarte? ¿Y los hijos?.
¿qué rayos les importaba? si al final de cuentas sería alguien que estaría conmigo, no con ellos.
A veces es tanta la presión social que es cuando volvemos a caer en una relación que no nos brinda bienestar ni nos trae felicidad a nuestras vidas. Sin embargo a oídos sordos palabras necias opté por escuchar y desechar todas aquellas tontas preguntas y comentarios que constantemente me solían soltar.
Y claro, a veces era tanta la bruma que inconscientemente buscaba y encontraba todo aquello que en realidad no deseaba. Pero llegué a ser tan egoísta que un buen día decidí que primero era yo, después yo y al final yo.
Y con el tiempo fui conociendo a alguien más un ser hermoso que yo solía descuidar. Al que le exigía incluso a veces más de lo que me podía dar y desconocía desde virtudes hasta defectos que lo hacían un ser tan perfectamente imperfecto, ese alguien más soy yo.
Comencé a consentirme más. A dedicarme más tiempo y dedicárselo a todas aquellas actividades que eran de mi interés. Aquellas que me hacían sentirme plena y realmente feliz.
Comencé a salir sin la presión de tener que rendir cuentas a nadie, y no es que en el salir hiciera algo malo, simplemente la libertad que respiraba comenzó a brindarme paz y armonía y eso comenzó a sentarme bien.
Fui recuperando a aquellas amistades que por falta de tiempo dejé de frecuentar Incluso me he dado la oportunidad de conocer a más. He dedicado más tiempo a mi familia y los lazos con ellos se han vuelto más sólidos. Hoy siento más su amor y su apoyo.
Comencé a crecer laboralmente. Mi concentración ahora es más fuerte Mis sueños, mis metas, mis anhelos me pertenecen. Hoy me centro más en lograr todo aquello que dejaba inconscientemente. Soy una mujer feliz y completa.
Mi pasado y mi futuro ya no me interesan. Vivo el presente y afronto la vida tal cual venga. Ahora soy más independiente, más madura y más fuerte. Amo mis cicatrices pues me recuerdan la guerrera que soy. No cambiaría ningúna de mis experiencias, pues no sería la mujer que ahora soy.
Me siento tan dichosa y afortunada, que no hay un solo día en que no me sienta tan agradecida por todo lo que tengo, lo que soy y lo que valgo Incluso mi autoestima ha mejorado. He comprendido que para ser feliz no necesito un hombre a mi lado.
No, no malinterpretes lo que he mencionado. No soy una solterona que se ha amargado. Soy una mujer que ha decidido extender sus alas. Que se ha dado un tiempo para conocerse mejor. Para descubrir lo que en verdad desea, necesita y merece en el amor. Creo que antes de este tiempo no lo había descubierto.
Era de las que decían que –todos son iguales- y me he dado cuenta que eso no es cierto. El problema había sido yo, quien por una u otra cosa siempre seguía el mismo patrón. El mismo chico malo al que le divierte romper el corazón. Hoy se lo que definitivamente no quiero. No me apetece ya el perder más mí tiempo. Hoy sé que a quien llegue no le pediré quedarse. Que si de verdad me quiere luche por ganarme.
Quiero alguien maduro. Alguien que se la juegue. Que luche. Que se arriesgue. Que sepa lo que en verdad quiere. Alguien que me ame con todo su ser. Que me valore, me respete y me brinde la suficiente confianza. Que la comúnicación sea nuestra principal arma. Alguien sincero y leal, que sea un hombre de verdad.
Hoy por fin puedo comprender todo lo sucedido. De las lecciones que tuve he aprendido. Me encanta el sabor que me regala cada momento. Lo que he crecido tanto por fuera como por dentro.
Quiero salir, divertirme y crecer más interiormente Quiero explorar el mundo por mí misma. Cometer más errores, caerme y levantarme sin prisas. Hay muchas cosas que deseo hacer antes de volverme a enamorar. Si aún hay cicatrices las quiero sanar.
Deseo continuar conociéndome, amarme, valorarme y respetarme. Conocer perfectamente mi valor para que cuando finalmente llegue un hombre que valga la pena, entregarle todo mi amor, sin restricción
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