Al
vivir una situación problemática, podemos quedarnos ahí, creyendo que no
podemos hacer nada para cambiar y metiéndonos en el papel de “víctimas” o por
el contrario podemos sentirnos “responsables” para empezar a cambiar.
La primera visión que tenemos es que hay que cambiar al
mundo o que las demás personas cambien; nunca nos detenemos a pensar que el cambio comienza por
uno mismo.
No hay fórmulas mágicas para lograr el cambio que
deseamos. Cada persona
tiene un determinado proceso.
El
primer paso de un proceso de cambio es darse cuenta de la situación de partida,
sin esta base una persona no puede comprometerse a mejorar.
El “Darse Cuenta” es la clave principal. Darte cuenta qué
sucede, darte cuenta cuál es el problema, darte cuenta qué sientes, qué
quieres.
Es
como aceptar la realidad que estás viviendo, tomar conciencia, como dice Osho,
de tu estado mental y corporal.
“INTELIGENTE ES AQUEL QUE SABE A DÓNDE QUIERE IR, PERO
MÁS INTELIGENTE AÚN EL QUE
SABE DONDE YA NO TIENE QUE VOLVER.”
LAS
PREGUNTAS PARA DARTE CUENTA
Recuerda que una buena pregunta traerá la respuesta
correcta. Es preciso formularla bien y ser auténtico al responderla. No te
engañes a ti mismo.
-
¿Dónde estoy?
-
¿Qué quiero cambiar?
-
¿Cómo puedo salir de ésta situación?
-
¿Qué puedo hacer para cambiarla?
-
¿Cuál es mi objetivo?
Al poner la atención en lo que queremos, el problema se
convierte en una pregunta, cambiando así los pensamientos, emociones y
repercutiendo en la conducta que irá hacia el objetivo si se tiene la
suficiente motivación.
El
darte cuenta te llevará al Aquí y Ahora, a estar presente en tu vida, a ser
protagonista, a tomar las riendas de tus decisiones.
“SORPRENDERSE,
EXTRAÑARSE, ES COMENZAR A ENTENDER”
Es como cuando has comprendido algo que hace tiempo no
entendías, es ese momento maravilloso de luz y entendimiento que hasta te roba
una sonrisa de satisfacción.
Es el preciso instante en que te dices: ¡Wow! ¿Cómo no
pude verlo antes?
CLAVES
PARA DARSE CUENTA
#1.
Hazte Preguntas Poderosas y contesta con absoluta sinceridad. El
autoengaño solo sirve para alargar la agonía.
#2.
Si continúas en el espiral de vivir a prisa, no encontrarás el momento.
Para, respira, observa lo que haces, ¿es eso lo que quieres?
#3.
Hazle caso a tu corazón, en la mayoría de las ocasiones no se equivoca,
es el único que tiene la capacidad de ser sincero.
#4.
Practica la técnica del autoconocimiento, el Coaching puede ayudarte a
darte cuenta de quién eres, qué quieres y cómo harás para conseguirlo.
#5.
Cultiva la paciencia. Todo hábito nuevo requiere de un proceso de
entrenamiento. Si eres perseverante en poco tiempo habrás conseguido cambiar tu
diálogo interno para “darte cuenta” que eres la única persona que puede salir
del pozo donde te encuentras.
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