La
alta sensibilidad es un rasgo, un don que a veces abruma, desborda y hace que
te sientas como en una isla solitaria rodeado por un océano lleno de alfileres…
La Alta Sensibilidad fue descrita por primera vez en 1975
por la psicóloga americana Elaine Aron. Su idea era ahondar en los rasgos de la introversión,
descubriendo de pronto algo muy llamativo.
La personalidad introvertida no disponía de un patrón
clásico y común en todas las personas. De hecho, a día de hoy y gracias a la
investigación de Jonathan Check, sabemos que hay 4 tipos muy diferentes entre sí.
Una
de cada cinco personas es Altamente Sensible, no se trata pues de un
rasgo dentro de la propia introversión. En absoluto: es un tipo más de
personalidad.
Experimentar la tristeza o la alegría con mayor
intensidad, sentir el sufrimiento ajeno, ser muy intuitivos ya desde nuestra
infancia, disfrutar de la
soledad, ser muy sensibles al dolor, a la luz o sonidos intensos...
Todo
ello son rasgos que suelen definir a las personas altamente sensibles,
las cuales, no suelen saber que lo son hasta que son adultos. Hasta que la
vida, les ha hecho ver que parecían ir siempre a “contracorriente”.
Ahora bien, dentro de todas estas dimensiones, hay una
emoción que las PAS, viven de una forma más compleja. Estamos hablando del
amor.
¿Cómo mantener una relación con una persona que no siente
las cosas con la misma intensidad que nosotros? ¿Cómo gestionar toda esa amalgama
de emociones sin perder el equilibrio?
¿Cómo afrontar una desilusión o un fracaso?
Te
damos 5 claves para que las tengas muy en cuenta.
1.
El amor a uno mismo
El amor, el respeto a uno mismo es un pacto que debe
durar toda la vida. Si hay algo que es cierto, es que la persona altamente
sensible, ha pasado mucho tiempo “sintiéndose diferente“, “sintiéndose casi un
bicho raro”.
¿Por qué te tomas las cosas tan a la tremenda? ¿Pero por
qué eres tan sensible si no ha pasado nada?
Es muy posible que estas frases te sean conocidas. Al
final, si a lo largo de mucho tiempo siempre hemos recibido los mismos
reproches de nuestras parejas y del resto de personas, lo más probable es que
nuestra autoestima se debilite.
Debes
pensar que la alta sensibilidad no es algo que tienes. ES LO QUE ERES. Y como
tal, debes aceptarlo, porque asumiendo ese don te aceptas también a ti mismo/a.
Puede que estés cansado/a de sufrir, de ver cómo los
demás van en una dirección, y tú avanzas a contracorriente. Deja de apegarte al sufrimiento,
libérate de las emociones negativas y acéptate con toda tu plenitud, valorando
todas tus facultades positivas.
La
vida de una persona con alta sensibilidad, puede ser maravillosa, intensa y
sutil, porque se
experimenta desde su corazón
2.
Acepta que los demás no puedan experimentar las cosas a tu misma intensidad
Es muy posible que te hayas sentido frustrado/a porque
tus parejas no se daban cuenta de las mismas cosas que tú. No eran tan
perceptivos, tan sensibles a los detalles, a las miradas…
Tú sabes leer en los gestos, atiendes cada aspecto, te
preocupas por cada palabra y cada movimiento…
Sin embargo, tu pareja parece ser ciega a esos múltiples
detalles. ¿Significa esto que te quiera menos? En absoluto.
El amor no se experimenta siempre de la misma forma, pero
ello no quiere decir que no nos amen. Lo hacen, pero a su manera y tú a la
tuya.
Debes
aceptar que no todo el mundo viste tu mismo traje ni lleva tus maravillosas
gafas. Tu amas a otra escala, acepta que los demás lo hagan a la suya porque el
amor seguirá siendo sincero.
3.
Gestiona las emociones negativas, no permitas que te hagan prisionero
Cuando un PAS sufre una desilusión, cuando experimenta
una ruptura, una traición o una mentira, su sufrimiento puede llevarle a la
indefensión, y a una depresión.
Si la felicidad y el amor se vive de una forma realmente
intensa, el fracaso se experimenta de igual forma. Y la caída interior puede
ser muy grave.
No
lo permitas, acepta desde muy temprano la adversidad, la existencia del
fracaso, el conocimiento de la tristeza… Entiende que la vida tiene estos
agujeros negros en los que nunca deberás dejarte arrastrar.
Haz
que tus emociones sean el aliento de tu día a día, sé resiliente. Aprende de
tus pérdidas
4.
La sabiduría de la soledad
Si hay un aspecto en el cual, tienes ventaja, es en tu
sabiduría de la soledad. Eres de esas personas que encuentran un gran placer
estando solas, creando, leyendo, escuchando música…
Tienes un conocimiento interior muy vasto, sabes
escucharte y atenderte. Sabes hilar el conocimiento de la soledad, porque en
ella, te encuentras bien. Eres tú mismo en toda tu grandeza.
Recuerda siempre que quien disfruta de la soledad y de sí
mismo, no es dependiente de los demás. No tiene vacíos que llenar porque se ve
a sí mismo seguro y realizado.
Elige
a la persona con quien desees construir una vida, pero no desarrolles un apego
obsesivo o dependiente. No te aferres. No pierdas el placer de tus instantes de
soledad.
5.
El amor a tu lado siempre merecerá la pena
El amor es una aventura que siempre merece la pena
vivirse, y si es al lado de las personas
altamente sensibles, puede ser tan increíble como bella.
Tu aportas esa sinceridad que nace del corazón, que
intuye y complace, que sabe afinar la felicidad al máximo y que no sabe de
mentiras…
No
cierres las puertas de tu corazón por haber vivido algún fracaso. Una vida que
se experimenta desde el corazón tiene mucho que ofrecer al mundo.
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