Sí
que es posible convertir energía en materia, pero hacerlo en grandes cantidades
resulta poco práctico. Veamos por qué.
Según la teoría especial de la relatividad de Einstein,
tenemos que
e = mc2
donde
´e´ representa la energía, medida en ergios, ´m´ representa la masa en gramos y ´c´ es la velocidad de la luz en
centímetros por segundo.
La luz se propaga en el vacío a una velocidad muy próxima
a los 30.000 millones (3 ( 1010) de centímetros por segundo. La cantidad c2
representa el producto c x c, es decir, 3 x 1010 x 3 x 1010 ó 9 x 1020. Por
tanto, c2 es igual a
900.000.000.000.000.000.000.
Así
pues, una masa de un gramo puede convertirse, en teoría en 9 x 1020 ergios de
energía.
El
ergio es una unidad muy pequeña de energía. La kilocaloría, de nombre
quizá mucho más conocido, es
igual a unos 42.000 millones de ergios. Un gramo de materia, convertido
a energía, daría 2,2 x 1010 (22.000 millones) de kilocalorías.
Una
persona puede sobrevivir cómodamente con 2.500 kilocalorías al día,
obtenidas de los alimentos ingeridos. Con la energía que representa un solo
gramo de materia tendríamos reservas para unos 24.110 años, que no es poco para
la vida de un hombre.
O expresémoslo de otro modo: si fuese posible convertir en energía eléctrica la
energía representada por un solo gramo de materia bastaría para tener luciendo
continuamente una bombilla de 100 vatios durante unos 28.200 años.
O bien: la energía que representa un solo gramo de materia equivale a la que se
obtendría de quemar unos 32 millones de litros de gasolina.
Nada
tiene de extraño, por tanto, que las bombas nucleares, donde se convierten en
energía cantidades apreciables de materia, desaten tanta destrucción.
La conversión opera en ambos sentidos. La materia se puede convertir en
energía, y la energía en materia. Esto último puede hacerse en cualquier
momento en el laboratorio. Una
partícula muy energética, un fotón de rayos gamma, puede convertirse en un
electrón y un positrón sin grandes dificultades. Con ello se invierte el proceso, convirtiéndose
energía en materia.
Ahora bien la materia formada se reduce a dos partículas
ligerísimas, de masa casi despreciable. ¿Podrá utilizarse el mismo principio
para formar una cantidad mayor de materia, lo suficiente para que resulte
visible?
¡Ah! Pero la aritmética es implacable. Si un gramo de materia puede
convertirse en una cantidad de energía igual a la que produce la combustión de
32 millones de litros de gasolina, entonces hará falta toda esa energía para
fabricar un solo gramo de materia.
Aun cuando alguien estuviese dispuesto a hacer el
experimento y correr con el gasto de reunir toda esa energía (y quizás varias
veces más, a fin de cubrir pérdidas inevitables) para formar un gramo de
materia, no lo conseguiría. Sería
imposible producir y concentrar toda esa energía en un volumen suficientemente
pequeño para producir de golpe un gramo de materia.
Así pues, la conversión es posible en teoría, pero
completamente inviable en la práctica. En cuanto a la materia del universo, se supone, desde
luego, que se produjo a partir de energía, pero en unas condiciones que sería
imposible reproducir hoy día en el laboratorio.
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