Diversos
estudios confirman los efectos negativos del desempleo por un tiempo extendido
no solo en la salud mental si no en el propio comportamiento.
Estar
desempleado suele estar asociado a una condición negativa. Pues a pesar
del tiempo libre que se pudiera tener durante el tiempo en el que no se
trabaja, la falta de ingreso y las constantes necesidades de dinero pueden llegar a afectar el
comportamiento de formas insospechadas.
El
cambio en la personalidad
Investigaciones como “Psychological and physical
well-being during unemployment: a meta-analytic study” revelan que el
desempleo, especialmente el de amplia duración puede cambiar ciertos aspectos de la personalidad.
Con el tiempo se puede ser menos amable, menos productivo e inclusive mucho más
cerrado a nuevas experiencias. También parece ser que los efectos son
diferentes según el sexo.
Además, el estudio demostró que la tendencia a ser ordenado disminuyo de
igual forma entre hombres y mujeres de manera circunstancial. Este
comportamiento a un círculo vicioso en el cual al estar sin empleo las personas
se vuelven menos conscientes, lo que hace más difícil que encuentren trabajo.
Un
arma de doble filo
Este es un factor particularmente riesgoso. Si se pasa demasiado tiempo
desempleado pueden surgir dos posibilidades producto del desánimo y la
necesidad; o se trabaja en un empleo de baja calidad y remuneración o se hace
menos productivo y aumenta la inestabilidad en futuros empleos.
Aunque el desempleo puede ser un factor motivador para
expandir las posibilidades de empleo y la velocidad de búsqueda “se debe tener un especial
cuidado con las personas con las que se trata mientras se realiza la búsqueda”.
Estigmatizar a los desempleados es un factor muy
desalentador. Por ello, es importante alejarse de las personas que hacen
fuertes observaciones desfavorables en la personalidad de los que buscan
trabajo. La presión y la
opinión social son temas que pueden agravar la situación.
La buena noticia es que parecer ser que todos los efectos
negativos sobre la personalidad y el comportamiento desapareceran gradualmente tan pronto se encuentre
trabajo.
Problemas
psicológicos
Para desarrollar el Índice de Bienestar,
Gallup-Healthways, realizó una encuesta para estudiar los impactos en la salud
mental del desempleo a largo plazo.
Entre sus principales hallazgos se resalta el que los desempleados son 3 veces más
propensos a estar deprimidos por tiempo completo o sufrir depresión. En
datos, mientras el 5,6% de los empleados padecía depresión, en los desempleados
era el 12,4% y en los que llevaban más de 6 meses y medio asciende hasta 18%.
También se pudo concluir que un tiempo prolongado sin
trabajo hace más propensa
a la persona a aislarse de sus amigos y familiares. Aproximadamente 1 de
cada 3 de estas personas, pasa menos de 2 horas al día con sus allegados.
El
pesimismo extremo también puede presentarse. No solo puede afectar la
esperanza de encontrar un nuevo empleo, también las proyecciones sobre el
futuro de sus relaciones, estudios u otras actividades puede verse seriamente
afectada.
“No
hay que sorprenderse si una persona desempleada de un momento a otro comienza a
beber, fumar, tener trastornos del sueño o alimenticios”, resalta el
estudio.
¿Cómo
mantenerse en buen estado?
La PsyD en psicología clínica y terapia familiar, cree que el apoyo social puede
ser la clave para mantener los índices de salud en positivo de las
personas desempleadas por extensos periodos de tiempo.
Este tiempo puede ser la oportunidad perfecta para
replantear las metas profesionales y buscar nuevas experiencias. Evidentemente,
“tomará tiempo encontrar
un nuevo empleo pero mientras mantenerse en constante actividad ayuda”.
Mantenerse
en constante aprendizaje, buscar nuevas oportunidades, evitar pasar el tiempo
haciendo “nada”, e inclusive servir de voluntario en distintos trabajos son
algunos de los consejos que pueden marcar la diferencia entre un desempleado de
corto y uno de largo plazo.
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