Envidiar
algo o a alguien no es dificil. Si llegas a sentir envidia, toma la decisión de
cambiar la energía de ese sentimiento por algo positivo.
Una alternativa que te ayuda a contrarrestar la envidia
es la gratitud. La envidia
crea una sensación de carencia y limitación, mientras que la gratitud fomenta
una mentalidad de abundancia.
A la hora de la verdad nunca hay razones valederas para
envidiar a nadie. Tu
siempre puedes optar por vivir tu vida de una manera más positiva y más
satisfactoria para ti.
Cuando exista algo o alguien en la vida que envidiar, busca la manera de transformar
ese sentimiento en una acción positiva. En lugar de ser envidioso,
inspirarte, sirve, ayuda a los demás y da gracias a Dios por todo lo que
tienes.
En
lugar de centrarte en lo que no tienes, piensa en todas las cosas positivas que
Dios te ha dado y
en las que has conseguido con tu trabajo y con esfuerzo.
No importa donde estés ni lo que tienes, mira la cantidad de
oportunidades que la vida te ofrece.
Supera
la envidia inútil, y disfruta tu vida a plenitud.
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