A
continuación, cómo lidiar con un jefe loco:
1. El abusador: emoción
típica: rabia; extremadamente incoherente, manipulador, agresivo, insensible,
necesita enemigos para funcionar bien. Sea muy leal: exigen mucha lealtad; esto
significa velar por sus intereses. Excelente asistencia operativa: si le gusta
leer informes comerciales mientras está en la vía, procure que tenga la
información antes que nadie. Contenga su amor: es posible que el abusador le
cuente historias personales de vez en cuando. Pero no se equivoque. El abusador
es un resentido y pronto le cobrará el haberle revelado su lado débil. Manténgase a distancia: si debe
permanecer cerca del abusador, cállese y hable cuando se lo pidan. Este no es
el momento de ser honesto sino de sobrevivir.
2. El paranoico: emoción típica: miedo; desconfía
de los demás, está convencido de que los demás están hablando o tramando en su
contra, no soporta que lo contradigan, vengativo. Prepárese para las
contradicciones: establezca las prioridades independientemente de las
exigencias y emociones del paranoico. No sea demasiado bueno: ser un (a) chico
(a) malo (a) es el camino más rápido hacia el corazón del paranoico. Nunca
desafíe directamente a un paranoico: si se molesta mucho con usted, lo
considerará parte de “los otros” para siempre. El silencio lo confunde: es mejor gesticular y mantener
una mirada grave hasta que pase la tormenta.
3. El narciso: emoción
típica: vacío; incapaz de
ver a los demás como criaturas reales, bipolar, tiene la concentración de un niño. Procure
que se sienta bien: de lo contrario, dañará su balance. Esparza la grasa, pero
no se llene de la misma: dígale en privado, por ejemplo, lo mucho que se
preocupa por sus cosas personales. Dígale lo bien que le quedan esos zapatos.
Mantenga el show en la vía: a los narcisos les encantan las apariencias. Les
gusta ser vistos como gerentes. Cédale el crédito: prepárese para que le roben sus ideas. Pero no se
preocupe. Todo el mundo sabe que este sujeto no puede hacer nada que suponga
mucha atención.
4. El mentecato: emoción típica:
ansiedad; siempre tiene la sensación de que no responde con diligencia a los
problemas, rígido, genera inmensas cantidades de formularios, fija reuniones
constantemente, se roba el crédito, gran capacidad para fijarse en detalles
inútiles. Aproveche: el mentecato no asume responsabilidades hasta que
algo no ha sido probado. Así que usted puede llevarse todo el crédito por
decisiones, estrategias y proyectos hasta el punto en el que sean exitosos.
Cúbrase las espaldas: el mentecato necesita documentación para todo y, aunque
esto puede ser un fastidio, también puede salvar nuestra reputación cuando las
cosas salgan mal. Hable directamente: al mentecato le encanta decir en mil
palabras lo que se puede decir en una. Aproveche esta oportunidad. Comuníquese claramente y suba en
la escala corporativa.
NOTA: SI SU JEFFE ESTA LOCO, LE HACE DAÑO Y ES UN
ABUSADOR DENUNCIELO Y/O RENUNCIE
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