El otro
día tuve una conversación con un amigo mientras salíamos del gimnasio.
La
conversación versaba sobre fumar y el daño que hace al cuerpo.
Yo le
comenté que no todo lo que hay en esta tierra es bueno para el cuerpo, que hay
cosas que son para nuestro cuerpo y otras que son cosas que aparentan ser
alimentos o que hace mucho tiempo que llevamos consumiéndolas pero que no son
aptas.
Mi amigo no comulgaba con mis ideas, él pensaba que todo era
correcto en su justa proporción, hasta que yo le comenté sobre las vacas locas
y su pensamiento cambió un poco.
Le dije que el mal de las vacas locas estuvo provocado por
el hombre, por dar alimentos que no eran propios en este caso a los animales.
Durante
mucho tiempo se las estuvo alimentando con un pienso que contenía carne, y las
vacas son herbívoras.
Las vacas aparentemente estaban sanas, sin embargo con el
tiempo comenzaron a enfermar y lo que era peor hacían enfermar también a quien
las consumía.
Fumar no es para el cuerpo, a pesar de que alguien lo
inventó y a pesar de los millones que mueve ese negocio, sigue sin ser un
producto para el cuerpo humano.
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