El
perfeccionismo puede llegar a ser una ‘cualidad’ muy perjudicial. Podría desde deteriorar tu salud hasta tus relaciones interpersonales.
Si bien muchos perfeccionistas han llegado a
la cima, conseguido el éxito, realizado sueños; lo cierto es que en exceso es
una enfermedad que hay que prestarle mucha atención.
La Real Academia Española define el
perfeccionismo como la “tendencia a mejorar indefinidamente un trabajo sin
decidirse a considerarlo acabado”
Es “una fobia a cometer errores. Es el
sentimiento de que si me equivoco será catastrófico”.
Estas
personas no saben los inesperados beneficios que trae equivocarse
Existen
dos clases de perfeccionistas.
Primero: Los siquiatras llaman
‘perfeccionistas adaptativos’. Los muestra con características fuera de lo
perjudicial y que “de hecho, podría significar que tienen estándares muy altos
y que usualmente los cumplen. Son aquellos que tienen tendencias perfeccionistas, pero esas
tendencias no arruinan sus vidas”. Son
aquellos perseverantes a los que llamamos buenos perdedores.
Segundo:
Los ‘perfeccionista inadaptados’. Son los que necesitan ser los mejores en
todo, y si cometen un error, es una crisis. Pero no es
solo sobre cómo se perciben ellos, sino cómo los otros lo perciben a él: creen
que perderán el respeto de sus allegados si llegan a fracasar. Tienen que ser siempre los
mejores
Es un problema serio cuando se sale de las
manos y que quienes sufren de esta patología desarrollan similitudes negativas.
Entre ellas la inseguridad, baja autoestima y ansiedades.
Estas personas terminan desarrollando cinco
características que los conducen a un bajo rendimiento.
Procrastinación: es sencillamente la actitud
de postergar o dejar para mañana. Usualmente se excusan en que las condiciones
del momento no son las adecuadas para empezar un trabajo.
Miedo
al fracaso: desafortunadamente es una condición psicológica que también es
definida como el ‘autosabotaje’. También lo identifican
como un miedo al éxito, pues consciente o no, la persona arruina toda
posibilidad para alcanzarlo. Es característico de las personas que se
autosabotean, desplegar todas las acciones necesarias, muchas veces con tesón y
esfuerzo, para alcanzar un objetivo anhelado y cuando lo logran, lo pierden.
Mentalidad
todo-o-nada: tal cual. O lo consiguen todo o lo dejan tirado una vez se
den cuenta que no va a hallarlo a su medida y bajo sus condiciones.
Perfeccionismo
paralizante: Es muy parecido a miedo al fracaso pero cuando se torna en algo
físico. Es decir, no hay punto de partida ya que asume que
todo va a salir mal. Se queda estático y ni siquiera intenta ver si se equivoca
o triunfa.
Adicción
al trabajo: los famosos ‘trabajólicos’ o workaholics que viven para trabajar en vez de
trabajar para vivir, mientras su vida personal se va desmoronando.
Manejan mucho estrés.
¿Existe un remedio perfecto? Siempre se nos ha
dicho que si queremos ser zapatero, hay que ser el mejor; que si panadero, el
mejor, etc. ¿Qué pasa si
simplemente se quiere ser un zapatero pero no el mejor? ¿Mediocridad o un
pensamiento mucho más saludable?
NOTA: EL SEMENTERIO ESTA LLENO DE RICOS Y
TRIUNFADORES
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