Tu forma de tratar a los demás y los aportes
que das para una sana convivencia fuera y dentro de la empresa resultan vitales
para ser un buen empleado
Seguramente te has preguntado mil veces: ‘
¿Qué pasó con los buenos modales de mis
compañeros?’
¿Consideras que anteriormente la gente se
esforzaba por ser más educada?
¿Has llegado a pensar que las buenas maneras
en tu empresa están en peligro de extinción?
Las interacciones en un ambiente laboral
suelen ser tomadas a la ligera por muchos, pero la realidad es que estas
afectan radicalmente la vida profesional.
Con buenas actitudes y buena comunicación son la
clave para mantener buenas relaciones con los demás sin perder el sentido del
humor ni la autoestima y con la reputación en alto.
Ayudas
para sortear toda clase de situaciones cotidianas.
Si
escuchas un chisme o un comentario negativo sobre ti en boca de tus compañeros
de trabajo, ¿debes enfrentarlos? ¿Qué posición tomar?
Ten
siempre presente que los comentarios de pasillo en ambientes laborales y
sociales son cuestión del día a día. La mejor posición es
ignorar las palabras y actitudes de los demás”. (No guardes rencor, siempre da
lo mejor de ti pase lo que pase.)
¿Cuál es la reacción más adecuada ante un
grito de tu jefe o jefa?
“¡No lo tomes como algo personal! Una persona
grita cuando se siente incapaz de comunicar o solucionar situaciones de
inmediato”. (Pero nunca le
devuelvas el grito ni alces el tono de voz en la oficina.)
Si cuentas un chiste y terminas ofendiendo o
hiriendo a alguien, ¿cuál es la mejor opción para enmendar la falta?
Presentar excusas inmediatamente. Lo ideal es
siempre conocer el entorno en donde estemos antes de hacer cualquier broma”. (Pero
procura que no se excedan las jocosidades para no crear un mal ambiente.)
Si
una compañera tiene mal aliento o la gente se burla de su maquillaje, ¿deberías
decirle?
¡Mucho
cuidado! Estas son situaciones que generan gran susceptibilidad. Si tal persona no es de tu confianza, no se lo digas. Pero si tienes
una estrecha relación laboral o social, se lo haces saber, eso sí, con mucha
delicadeza y en privado.
¿Qué hacer cuando olvidamos el nombre de un
compañero de trabajo y estamos a punto de presentarlo a otra persona?
Una buena opción, antes que pasar el chasco de
preguntarle, es empezar por hacer referencia del cargo y darle así la palabra a
esta persona. Una vez empiece a presentarse, procurar recordar su nombre y
luego utilizarlo en algún momento y así hacerle ver que lo sabes.
La clave es ir adquiriendo y reforzando
virtudes como la responsabilidad y la prudencia, y también dar la talla en el
día a día laboral.
Tu imagen no tiene que estar al último grito
de la moda, pero sí siempre muy bien arreglada y, aunque sobre decirlo, esto
incluye nuestra higiene personal.
Procura que con tus atuendos prime la
discreción. (La primera impresión dice mucho de ti y para ello debes ser
constante: todos los días conoces a alguien nuevo. ¡Ah! Y que no se te vaya la
mano en el perfume.)
¡No contestes el teléfono como si estuvieras
en tu casa! ‘Aaaaló’ no es la forma ideal para hacerlo. En la mayoría de empresas suelen empezar con el
nombre mismo de esta y agregándole un ‘buenos días’. Y recuerda siempre ser muy
cordial y diligente, nunca se sabe quién estará al otro lado de la línea.
Encuentro
fuera de la oficina
Sea
desayuno, almuerzo, cena, y más si es para cerrar un negocio, debes ser
concreta. A la otra persona seguramente no le gustará que
le estés hablando sobre tu hija y los dos dientes que se le cayeron o si hay
conflictos laborales en tu oficina. ¡Al grano! (Pero sobra decirlo, pero ¡no
llegues tarde!)
No hables nunca mal de la empresa en la que
trabajas
Eso es como denigarar del ‘ex’, habla peor de
ti que de él o ella, en el caso de la compañía.
Regalos cumpleañeros
Este es un tema complejo, pero la mayor
recomendación es intentar que el detalle no sea demasiado personal (ropa
interior, perfumes, etc) a menos que conozcas muy bien a la persona y no le
resulte ofensivo.
¡Deja
huella!
Una
ejecutiva moderna debe ser decidida y muy segura a la hora de hablar con
alguien nuevo. Siempre ten a la mano tus tarjetas con tus
datos completos. No habla
muy bien de ti el anotar tu nombre y teléfono en un pedacito de papel
amarillento. (Para ampliar tu agenda pide siempre los datos de la otra
persona.)
Vía e-mail
Nada de mandar besitos a clientes o a gente
que acabas de conocer. A
menos de que sean amigos, tu relación con ellos debe ser cordial, pero
distante.
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