Más pura que la estrella que aparece
Rica de luz al despuntar el día
Tu plácida mirada resplandece
En mi noche de angustias Madre mía.
Tus alfombras de jazmín de oro y de rosa
Mi camino de lágrimas regado
Y por ti mi esperanza luminosa
Se ostenta entre las sombras del pecado
Virgen de amor consuelo de mi vida
Cuida los ásperos abrazos
De mi pecho la muerte apetecida
Bajo tu manto azul cierro mis ojos.
Escrito hace mas de 100 años por el Señor Ricardo Londoño Mejía
(Manizales – Colombia)
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