Si
estás pensando en ponerte a dieta lo más sensato es que acudas a la consulta de
un médico que estudie minuciosamente tu situación y establezca unas pautas
personalizadas de alimentación.
Pero si no hay quien te quite la idea de comenzar el
regimen por ti misma, olvídate
de las dietas que prometen perder una gran cantidad de kilos en muy poco
tiempo. Son altamente perjudiciales.
No te fíes del "a mí me funcionó..." o de los
supuestos trucos de las celebrities, cada persona es un mundo y lo que hay que tener, además de consejo
médico, es sentido común. Está totalmente desaconsejado perder más de un kilo a la semana
por salud y porque hay veces que se pierden muchos kilos de golpe y de rebote
se cogen los que perdiste y más.
Te
contamos lo que NO debes hacer.
Ayunar
¿Estás pensando en pasarte el día entero sin comer? Si
crees que así vas a lograr estar más delgada en menos tiempo, te equivocas. Lo
que vas a conseguir es alterar tu organismo y tu flora intestinal, te
encontrarás muy cansada y luego retomarás tu alimentación de siempre pero con
una ansiedad que te hará devorar todo lo que encuentres a tu paso. Además, con
los ayunos perderás líquido, algo que recuperarás en muy poco tiempo, y no
grasa, que nos permite perder volúmen de forma duradera.
Alimentarte solo de complejos
alimenticios
Los complejos alimenticios adelgazantes no han sido
concebidos para compensar los excesos que cometas durante tu dieta. Debes
usarlos para bajar de peso en un plan de
alimentación equilibrada y ejercicio físico. Una buena idea es usarlos como
tentempié a media mañana o a media tarde.
Eliminar los hidratos de carbono
¿Crees que los hidratos de carbono son lo que más
engorda? Olvídate de esta creencia y toma nota de lo que dicen los expertos que
recomiendan que minimamente se efectúe una ingesta diaria de 100 gramos de
hidratos de carbono para mantener activos los procesos metabólicos, entre ellos
el que envía al cerebro la orden de quemar grasas.
Saltarse comidas
Lo ideal es hacer cinco pequeñas comidas al día. Con este
saludable hábito, llegarás sin ansiedad ni sensación de hambre extrema a la
siguiente comida. Además de esta manera nuestro cuerpo estará recibiendo
energía constantemente y el proceso de quema de calorías estará todo el día
activo.
No desayunar
Este es un craso error ya que el desayuno debe ser la
comida más importante del día que te ayude a comenzar tu jornada con energía.
¿No has escuchado eso de que hay que desayunar como un rey, comer como un
príncipe y cenar como un mendigo? Haz caso de la sabiduría popular e incluye en
tu primera comida del día hidratos de carbono y proteínas.
Seguir una dieta líquida
Se propone consumir el primer día de la dieta un
"zumo mágico" compuesto por limón natural, cayena, agua y sirope de
arce. El segundo día hay que tomar zumo y sopa de verduras. Durante el tercer
día podemos añadir zumo de naranja y alguna verdura, mientras que el cuarto
combinaremos con zumo de fruta. Esta dieta no contiene las calorías mínimas
para llevar una vida normal y es muy peligrosa.