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PALABRAS DE UN SECUESTRADO LUEGO DE SU LIBERACION
Oscar Tulio Lizcano ex rehén de las FARC tras ocho años de cautiverio en la selva
· Tuvieron que transcurrir 3.004 días para que volviera a la libertad.
· Tenía prohibido hablar con sus secuestradores
· Para sobrevivir mentalmente, impartió clases a los árboles que bautizó con nombres propios simulando que eran estudiantes.
· El prisionero comió mono y oso hormiguero
· Algunos guerrilleros cazaban unos ratoncitos, les quitaban la cabeza y la cola y se los comían. Había un guerrillero que por la noche en las botas me metía un ratón cocinado, que yo me lo comía.
· Hubo treinta días en que en esas marchas tomábamos agua con sal al desayuno, al almuerzo y a la comida, y eso ya me causaba vómito.
· Perdió más de 20 kilos en su cautiverio.
· Me daba muy duro tener que ponerme la ropa mojada.
· Durante su cautiverio la soledad lo marcó.
· La poesía me alimentó
· Logró superar la soledad y mantenerse cuerdo en la selva, gracias a la lectura de poemas del uruguayo Mario Benedetti.
· Sobre el reencuentro, su esposa solo dijo: Nos abrazamos y nos dimos ese beso esperado durante ocho años, no nos dijimos nada porque con la mirada fue suficiente.
· En las noches, su mente buscaba inspiración para escribirle poemas a su esposa.
· Me moría o me salvaba
· Decia a la Guerrilla deme la oportunidad de vivir y de estar con mi familia, yo hago lo que sea.
· Se escapó junto al jefe guerrillero que lo custodiaba y, después de caminar tres días por la selva del noroeste de Colombia, se encontró con el Ejército. Luego le dijo al secuestrador: “Amigo para siempre, usted me salvó la vida”. Quiero agradecer a la persona que tuvo la valentía y valor de salir conmigo
· Afirma que se dedicará ahora a luchar contra el hambre.
· Los guerrilleros se pasan la vida limpiando sus armas e ingresan en la organización porque la pobreza y la desigualdad les empuja a asumir esa causa.
· Ahora no siente rencor por quienes tanto daño le hicieron.
· Invito al paÍs y al Gobierno a que, por Dios, allá hay una gente que se está pudriendo y que por favor ayuden a salvar a esta gente, se están muriendo y siento mucho dolor
· La emoción no la puedo sostener, esa mujer ustedes saben lo que es para mí. Me duele porque se me quedaron las últimas 20 poesías que le había escrito, dijo.
· Al conocer la noticia, Martha su esposa agradeció a Dios y al Ejército la vuelta al hogar de su marido, pero pidió que el mundo no le dé la espalda al resto de los que aún quedan cautivos.
· Después de tanta humillación, he vuelto a sentirme humano.
· Tras recuperar su libertad lo único que quiere es vivir minuto a minuto.
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