En EUA, a principios de la década de los años 70, más de la mitad de todas las
familias con niños contaban con un esposo como sostén de la familia y una
esposa que se quedaba en casa cuidado a dos o más hijos. Hoy en día, esto sólo lo puede hacer la quinta parte de la población.
La vida se ha vuelto muy cara para la mayoría de las familias. Aún cuando las
parejas lleguen a casarse, las
mujeres tienden a salir a trabajar, tengan o no hijos, pues no es posible
mantener a una familia con un solo sueldo.
En la mayoría de los países ricos, el modelo dominante actual es
constituir familias con dos sueldos, en las que ambos esposos trabajen,
incluso, a tiempo completo. En promedio, los hombres dominan más el mercado
laboral que las mujeres. Sin embargo, las cifras muestran que la proporción de mujeres en el
trabajo remunerado sigue aumentando cada vez más y que, además, en
muchos países esa diferencia porcentual entre hombres y mujeres ya casi no
existe, se ha igualado.
Pero a veces los números no reflejan toda la realidad. En
general, las mujeres, si
tienen hijos, no pueden dedicar largas horas a sus trabajos, debido a que
necesitan realizar largas horas de labores no remuneradas en sus hogares.
Las tareas domésticas y el cuidado de los niños son actividades consideradas
como responsabilidad de la mujer, aún cuando tenga un trabajo formal. Sin
embargo, aunque trabajen menos horas remuneradas, las cifras indican que ellas
intentan alcanzar un equilibrio razonable en sus vidas.
A pesar de las leyes que intentan garantizar la igualdad
de remuneración, la mayor diferencia entre sexos es en el pago. La explicación
para esto es que hombres y mujeres se concentran en mercados de trabajo
distintos. Las áreas en
las que las mujeres abundan son las que pagan menos, pero también son las menos
afectadas por recesiones. En las crisis, las mujeres han
ayudado a compensar el déficit. Sin embargo, siguen en desventaja
como empresarias o empleadas. La explicación más obvia es porque la mayoría de
ellas tienen hijos.
NOTA: EL HECHO DE TENER HIJOS QUE NO ESTAN CON SUS PADRES TENDRÁ UN COSTO
MUY ALTO PARA LA SOCIEDAD QUE APENAS SE COMIENZA A VISLUMBRAR
LA DESCOMOSICION SOCIAL Y LA CRISIS DE VALORES, SE PRESENTA PORQUE LOS
PADRES POR DEDICARSE AL TRABAJO ESTAN RENUNCIANDO A SU RESPONSABILIDAD DE
EDUCAR SUS HIJOS
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