Conozca
las ideas que entorpecen el desarrollo de las familias monoparentales y cómo
superarlas.
De
manera voluntaria u obligadas por las circunstancias, muchas madres están
asumiendo solas la crianza de sus hijos, un asunto nada sencillo.
Tener
la responsabilidad absoluta en lo educativo y, con frecuencia, el peso de
constituir la única fuente de ingresos del hogar, imponen una pesada carga de
trabajo para ellas.
Aun así, desempeñar solas y con éxito las
funciones de ambos padres es posible, siempre y cuando se identifiquen y dejen
de lado mitos e ideas
preconcebidas acerca de la crianza, y se sigan algunos consejos, como
los siguientes.
Tres mitos para erradicar
1.
Debo tener todas las respuestas
Un aspecto que es más exigente que la
manutención es no contar con apoyo para tomar decisiones. Esto se mejorar conversando
sobre crianza con otros padres, leyendo sobre el tema y consultando a
especialistas. Es normal no tener todas las respuestas, incluso si están
presentes ambos padres.
2.
Soy culpable por la suerte de mis hijos
Como es normal sentir miedo por la suerte de
los hijos, es importante
manejar la culpa. Cuando la sentimos se proyecta en los niños, se llenan de temor al estar
solos; tanto, que pueden convencerse de que el futuro será más difícil
por hacer parte de una familia monoparental.
3.
Papá, irreemplazable como modelo
Las figuras masculinas de la familia -incluida
la extensa-, las personas
más cercanas, como los amigos y los compañeros de trabajo, pueden constituirse
en modelos de los cuales el niño pueda aprender actitudes, reacciones y
formas de enfrentar la vida. Es importante planificar y organizarse para buscar su apoyo.
Cuatro consejos claves
No
convierta a los hijos en su todo:
Las madres solas se preguntan con frecuencia
quién podría acompañar y cuidar de los hijos en caso de que ella falte. Es
claro que, como parte de la crianza, los padres deben orientar esfuerzos para asegurarles un buen futuro;
sin embargo, la atención y dedicación deben ir cediendo para dar paso a la independencia de los niños.
Así como no es posible ejercer control sobre todos sus actos, tampoco se puede
prever todo lo que pueda ocurrirles.
Aproveche
su condición:
Los
hijos de madres solas aprenden a ser independientes y a desarrollar confianza
en sus habilidades para enfrentar el futuro, porque tienen consciencia de lo
que significa estar solos. Y como ellas están más
dispuestas a aceptarlos como seres únicos, pueden formar una autoestima fuerte.
Críelos
con disciplina:
Se cree que por no tener autoridad paterna los
niños están destinados a ser rebeldes o caprichosos, pero lo cierto es que esto
tiene que ver más con la ausencia de reglas que con la estructura familiar. Cuando crecen con la idea de que
son el centro del universo, les resulta difícil acatar la autoridad y respetar
normas.
No
los sobreproteja
Las madres solas olvidan que no es posible
protegerlos de las adversidades. Parte de madurar y crecer es aprender a sortear las dificultades. Los
padres deben brindar protección, sin quitar autonomía; su labor es estimular
habilidades para construir sus vidas.
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